Las embarazadas que contraen coronavirus tienen más riesgo de sufrir un Covid grave, preeclampsia y parto prematuro. Los ginecólogos las animan a vacunarse
Este miércoles despertábamos con la noticia de que una mujer embarazada, de 40 años, había fallecido por coronavirus en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, en Murcia. Y esta no ha sido la única muerte de una gestante infectada en el último mes, pues al menos dos más han perdido la vida en Barcelona y Málaga.
Sin embargo, la muerte no es la única consecuencia grave a la que quedan expuestas las mujeres embarazadas que contraen el virus. El Consejo General de Enfermería (CGE) y la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC) alertan de que una infección durante la gestación aumenta las posibilidades de desarrollar la forma más grave de la enfermedad, y de tener un parto prematuro, preeclampsia y trombos.
Y es que el virus perjudica al órgano principal de la patología del embarazo, la placenta. «Se trata de un órgano vascular y el Covid afecta a la circulación. Hemos tenido casos de mujeres embarazadas asintomáticas cuyos bebés han fallecido antes de nacer, y al estudiar sus placentas hemos visto que estaban infiltradas por coronavirus», afirma Juan Luis Delgado, presidente de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
40 INGRESOS SÓLO EN EL VALL D’HEBRON
La preocupación actual es máxima. Con la quinta ola de coronavirus se ha disparado el número de casos entre los jóvenes, provocando que muchas mujeres embarazadas se infecten y un gran número acabe en Cuidados Intensivos (UCI). En este sentido, tanto la Junta de Andalucía como la Generalitat de Cataluña ya han hecho un llamamiento para que las gestantes acudan a vacunarse (y es que, solo en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, permanecen ingresadas por Covid 40 embarazadas).
Durante los primeros meses de pandemia, la prudencia había reinado en la comunidad sanitaria, y las embarazadas quedaron excluidas de las estrategias de vacunación por falta de certezas científicas, tanto en materia de seguridad como de eficacia. Sanidad no las incluyó hasta el pasado mayo, cuando comenzó a recomendar que recibieran las vacunas de ARNm cuando les correspondiese según su grupo poblacional, y sin especificar el momento más idóneo de la edad gestacional por falta de evidencia científica.
«Ahora se sabe que las vacunas de ARN mensajero (Pfizer y Moderna), que son las que se han analizado hasta el momento en el colectivo, son seguras y eficaces para las mujeres embarazadas», aseguran desde el CGE.
MECANISMO INOCUO Y ANTICUERPOS EN EL BEBÉ
En esta línea, Juan Luis Delgado comenta que las mujeres siguen teniendo miedo, alimentado en ocasiones por una cierta desinformación dentro del mismo colectivo sanitario, a su vez fomentada por la ausencia de una postura firme del Ministerio de Sanidad y consensuada con las sociedades científicas. «Nosotros tenemos claro que el mecanismo de acción de la vacuna es inocuo para la embarazada, porque no se introduce material genético que manipule el ADN de la madre o del niño», aclara.
Lo que sí hace la vacuna es que tanto la madre como el bebé produzcan anticuerpos, aunque todavía se desconoce por cuánto tiempo permanecerán en la sangre de los recién nacidos. «Desde el inicio de la pandemia hemos visto cómo las mujeres que contraían Covid en el primer y segundo trimestre de embarazo producían anticuerpos que pasaban al feto a través de la placenta. Cuando el bebé nacía, lo hacía con anticuerpos, que duraban una media de tres meses. Con la vacunación ocurrirá, seguramente, lo mismo», comenta Delgado.
Para las lactantes la recomendación es la misma, pues se cree que, a través de la leche materna, la inmunidad que adquiere la madre se transmite al bebé.
Fuente: El Mundo