Por primera vez en la historia del programa los aspirantes tuvieron que cocinar lamprea, lo que causó momentos de pánico
«Es una sabandija», insultó María, la concursante natural de Tomelloso. «Es una serpiente», analizó otra de las aspirantes, la que se hace llamar Amelicious para promocionar sus redes sociales. Ni siquiera Ofelia, que es gallega como ella, mostró alegría por verla. Hablamos de la lamprea y de la primera prueba eliminatoria de ‘MasterChef 9’, que arrancó a las 22 horas del martes y acabó en un horario poco conciliador, cuando el reloj marcaba la 1.40 de hoy miércoles.
Antes de que hubiese dinosaurios ya había lampreas. Este pescado, que hay quien califica de manjar y hay quien no se atreve ni a mirarlo, es lo más parecido a un ‘alien’ (en versión Ridley Scott, recién salido de la tripa de aquel pobre pasajero) que hay en la gastronomía española y, seguramente, mundial. Por primera vez apareció en ‘MasterChef’, y lo hizo vivito y coleando, para asco indisimulado de la mayoría de los concursantes, especialmente del sector femenino.
Seis aspirantes se enfrentaron a este monstruo marino en la prueba eliminatoria. ¿Cómo habían llegado hasta ahí? Pues porque su equipo perdió en el reto de exteriores, que tuvo como marco Palma de Mallorca y como objetivo elaborar 150 raciones para un comedor social. En ese reto se impuso la escuadra comandada por la guardia civil Vero, que dejó hacer y se mostró poco autoritaria. El capitán rival, Toni, estuvo más firme, pero los platos estuvieron algo por debajo en cuanto a sabrosura. Fue elegido el mejor de su equipo, lo que no lo consoló en Palma, pero sí al llegar a las cocinas de ‘MasterChef’, puesto que se le ofreció la oportunidad de disfrutar del privilegio de no participar en la prueba y subirse a la galería. Y ascendió las escaleras.
De modo que abajo, lidiando con el ser prehistórico, quedaron los seis aspirantes que habían sido sus subordinados: Amelicious (Barcelona, 23 años), María (Tomelloso, 27), Ofelia (Santiago de Compostela, 29), Álex (Barcelona, 28), Arnau (Barcelona, 32 años) y el veterano Jesús (Burgos, 68).
Para saber cómo tratar al ‘alien’, el programa invitó al chef gallego Pepe Solla, que anunció que había que cocer el bicho en su propia salsa. Antes, lógicamente, era preciso matarlo, pues estaba vivito y coleando. Para ello, según explicó, había que cortarle la cabeza por la primera agalla: «Sería más cruel dejarla morir poco a poco», intentó restar miga.
Amelicious fue la mejor de los seis aspirantes. «Lo has clavado», elogió el jurado, formado por los tres de siempre. «Me considero una persona triunfadora», reaccionó sin falsa modestia. La segunda plaza fue para María, que bautizó su plato ‘Mi primera matanza’: le quedó un guiso muy bueno con una salsa cremosa. Ofelia jugaba en terreno conocido, pues es gallega y se trataba de una lamprea, pero su propuesta resultó «un quiero y no puedo», en palabras de los tres chefs. Fue la tercera mejor, o en honor a la verdad, la cuarta menos mala.
El veterano, primer expulsado
Así que el asunto de la expulsión quedó entre los hombres. Álex se mostró satisfecho con su plato, pero esa satisfacción obedecía a que pocos guisos ha hecho en su vida. El también barcelonés Arnau quiso hacer un guiño a la cocina tradicional de su tierra, pero el resultado dejó bastante que desear. Media hora tuvo Jesús las almejas a cocer, y le quedaron «como gomas», según los jueces. No fue el único defecto de su plato. «Joder», exclamó Jordi Cruz ante aquel azote picante. El arroz le quedó pasadísimo. La lamprea, sucísima. El caldo, un desastre: «Me recuerda a agua de lluvia», juzgó Samantha Vallejo-Nágera.
Se despidió de sus compañeros antes de que los chefs le dijesen nada. Sabía que su fracaso se había cocido en sangre de lamprea. Así fue: el concurso se quedó sin su veterano a las primeras de cambio.
Fuente: ABC