Pacto entre las autonomías y el Gobierno para mantener el veto a los viajes desde el 26 de marzo al 9 de abril
Faltaba sólo el visto bueno de los primeros espadas, pues los subalternos de las comunidades autónomas en materia de Salud Pública acordaron días atrás el mantenimiento del cierre al tránsito entre las regiones durante la Semana Santa. La ratificación oficial es pues lo que estaba pendiente, aparte de los pormenores normativos, y así se hizo ayer.
En un texto de actuaciones coordinadas que sólo contó con el voto desfavorable de Madrid, el Ministerio de Sanidad y las consejerías del ramo acordaron el plan para las fechas pascuales, consistente en, además, del sellado regional –a excepción de Baleares y Canarias–, un toque de queda facultativo hasta las 23:00 como máximo y reuniones de entre cuatro y seis personas en espacios públicos y de sólo cuatro en los ambientes interiores.
Estas políticas se aplicarán también entre el 17 y 21 de marzo en aquellas comunidades en la que el día de San José es festivo.
El objetivo de las medidas es evitar en la medida de lo posible la propagación del coronavirus durante la Semana Santa, iniciativas que se regularán mediante una orden ministerial que se publicará en el Boletín Oficial del Estado de hoy para evitar que cada comunidad autónoma haga “de su capa un sayo” como sucedió en Navidad, dijo literalmente el consejero de Salud, Jesús Aguirre, en una comparecencia parlamentaria. La publicación de esta orden en el boletín nacional acarrea el obligado cumplimiento.
Tal como ha estado afirmando en los días precedentes, Aguirre explicó ayer que, sobre la Semana Santa, Andalucía era favorable al cierre de las comunidades autónomas y la “facultad” –no obligación– de las administraciones autonómicas respecto a la limitación de la libertad de circulación en un arco entre las 22:00 y las 23:00, garantizando que sea cada región la que delimite los topes en el toque de queda. La Junta tomará esta decisión después de la reunión prevista con el comité de expertos del próximo día 18, informaron ayer fuentes de la Consejería de Salud. Las 06:00 queda como umbral matutino.
La Junta Andalucía propuso también que la limitación en los establecimientos de la hostelería se mantenga en un máximo de seis personas en los espacios públicos abiertos y que sea de cuatro miembros en los cerrados.
El 17 ó 18 será el día en que Administración andaluza tome igualmente una decisión en relación a la reapertura interior, el viaje sin vetos entre las ocho provincias. Será la situación de la pandemia dentro de una semana la que dictamine el permiso, es decir, lo que señalen los indicadores epidemiológicos y las cifras de asistencia en los hospitales. La forma en la que siga propagándose la variante británica del coronavirus, mayoritario en las provincias de Almería, Cádiz y Granada, y su comportamiento serán capitales para determinar una medida o la contraria. Los expertos han avisado de la vulnerabilidad de esta nueva cepa a las medidas de distancia e higiene que existen en la actualidad, de ahí que las autoridades sean prudentes en la relajación de las medidas ahora.
Es por eso por lo que el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, insistió ayer en mantener “prudencia” en la flexibilización de las medidas mientras los datos no sean indubitativamente favorables, al contrario de lo que sucedió en Navidad. La Junta –dijo ayer Bendodo– no se va a “precipitar” ni a tomar “medidas alocadas” o “a dar bandazos”. La pretensión, añadió, es un “descenso prudente de la tercera ola”, de modo que coincida con el inicio de la campaña de la vacunación masiva“. “Sólo así se evitará la cuarta ola”, apostilló en unas declaraciones recogidas por Efe.
Debe de estimar la Junta que ese hito se produzca en Semana Santa, ya que el vicepresidente, Juan Marín, informó de que “las previsiones” con que trabaja es que en Semana Santa se reabra “el cierre perimetral dentro”, es decir, el viaje entre las ocho provincias.
Fuente: Diario de Sevilla