El hermano mayor, José Cataluña, asegura que los ladrones del robo de las joyas de la hermandad «conocían perfectamente dónde entraban»
La hermandad de la Sed ha sufrido un duro golpe este viernes. La corporación vivió en la madrugada del jueves al viernes el episodio del robo de todas las joyas de la Virgen de Consolación y las potencias de oro del crucificado.
Durante toda la tarde de este 27 de noviembre, la Policía científica estuvo tomando datos y pruebas de este robo con fuerza junto a algunos miembros de una junta de gobierno que vivió anoche la peor misa de hermandad que recuerdan en sus vidas.
Aún se sorprenden en la hermandad de la forma de actuar de los ladrones y de que el ruido formado en la calle no alertó a los vecinos. Los asaltantes entraron desde el balcón, la alarma no sonó y la caja fuerte fue forzada y tirada desde el balcón hacia la vía publica para romperla y sustraer estos elementos que estaban custodiados en el interior. El hermano mayor,José Cataluña, ha indicado a ABC que «cortaron los cables de la telefonía de la calle para facilitar su acceso a la casa». Por ello asegura que «sabían perfectamente lo que hacían» y vaticina con «seguridad» que «los ladrones habían estado en días normales aquí, ya sea de visita o lo que sea. Esto les hace conocedores al dedo de la casa hermandad. Habían visto todo, seguro».
Del mismo modo, Cataluña describe a ABC la actuación de los ladrones y le sorprende la actuación en «una casa moderna que tiene todo tipo de medidas de seguridad y donde teníamos todo conectado. Por eso estamos seguros de que el ladrón conocía dónde estaba. Nuestras cámaras han grabado a un hombre encapuchado que entró y salió dos veces». Una alarma que fue activada de nuevo y por última vez de manera natural a las 21:23 horas, cuando los miembros de la bolsa de caridad salieron de sus dependencias, confirma el hermano mayor a este periódico.
Las joyas extraviadas
La sensación de «impotencia y vulnerabilidad» son algunas de las reflexiones que hace un Cataluña, que describe «la tristeza que inunda en estos momentos a sus hermanos».
Asegura que «han robado todas las joyas y que la Virgen se ha quedado sin nada». Entre las piezas destacan el barco de Marmolejo, las potencias del Cristo, la granada de oro de San Juan de Dios, la medalla de la ciudad, el pectoral del cardenal José María Bueno Monreal, el de Amigo Vallejo, los rosarios de todas las hermandades regalados y joyas particulares, entre otras muchas.
La hermandad ha recurrido al reciente catálogo de la exposición del cincuentenario realizada en la Fundación Cajasol, donde aparecen todas estas piezas fotografiadas, para documentar el inventario con la Policía y conocer a fondo lo robado.
Todo ha sucedido en una casa hermandad que «ha quedado patas arriba», como describe Cataluña a este periódico. El hermano mayor se consuela ante su mayor miedo «que era que le hubieran hecho algo a las imágenes si hubieran entrado en la iglesia». Ante todo apunta: «Tenemos la esperanza de recuperarlo. Ponerlos en mano del Señor».
Fuente: ABC