Una de las cuestiones que más preocupación me generan en mi día a día es tener que oír determinadas cuestiones sin ningún tipo de fundamento ni razón. Es muy habitual hablar en nuestro país desde un total desconocimiento y quien lo hace, normalmente, suele faltar al respeto sobre quien se opina.
Somos un país de políticos de barra de bar. Desgraciadamente esto es así.
Desde hace tiempo, vengo observando un debate en redes sociales y alentado por la extrema izquierda sobre un tema que preocupa a multitud de españoles. Se trata de la gestación subrogada, el proceso mal llamado, desde mi punto de vista, “vientres de alquiler”.
Así, es frecuente opinar sobre este tema que soluciona problemas de muchas familias que por múltiples motivos no pueden ser padres por motivos biológicos. Se trata de cuestiones e impedimentos relacionados con la salud y no por un mero capricho o gusto.
Es cierto que hay determinados países que no tienen totales garantías en el proceso. Pero una cuestióín puntual no puede tirar por tierra unas contrataciones que, en determinados países más avanzados que España en derechos, gozan de toda seguridad.
La propia Organización Mundial de la Salud define la gestación subrogada como una Técnica de Reproducción Asistida. Lo equiparan a la Fecundación in vitro.
Normalmente, los defensores de esta barbaridad, dicen que la gestante durante el embarazo pierde toda capacidad de decisión. Todo lo contrario, se trata de una contratación totalmente segura para la gestante. Con obligaciones muy claras definidas contractualmente.
Tampoco los bebés son mercancías. No se debe confundir propiedad con filiación. Ese es un error muy grave respecto a este asunto. Así, siempre se ha respetado el derecho del menor.
Hoy les escribo sobre este asunto en tanto que el propio Ministerio de Igualdad de España ha indicado que la gestación subrogada debería calificarse como un supuesto más de violencia de género. ¡Vaya barbaridad!
Equiparan un proceso totalmente legal con un ilícito penal. No se puede consentir ese tipo de afirmaciones desde una perspectiva ideológica de la izquierda.
Yo sí soy defensor de la regulación en nuestro país de esta figura. De hecho, si se regulase, siempre de manera altruista, se daría solución a muchos padres que se ven abocados a ir a otros países y, además, se evitaría cualquier tipo de especulación que se pudiera producir en determinados países del este donde sí es muy diferente esto de lo que les estoy hablando.
España debe avanzar en derechos y es curioso que quien dice ser defensor de los mismos esté en contra de dar solución legal a este tipo de situaciones. Insisto. Siempre de manera altruista, regulada y sin ningún tipo de mercadeo.
Así se regula en otros países y así debería ser en el nuestro.