El pasado fin de semana el hijo de Isabel Pantoja reconoció haber engañado de nuevo a su esposa y madre de sus dos hijas
Cuando en 2019 Kiko Rivera anunció su participación en el programa «GH Dúo» en compañía de su mujer, pocos eran los que conocían realmente a Irene Rosales, que no solo ha conseguido meterse en el bolsillo a la familia del Dj, sino que demostró durante su participación en el reality show que su relación con el hijo de Isabel Pantojahabía conseguido cambiarle la vida. La madre de sus dos hijas, Ana y Carlota-él tiene otro hijo, Francisco, fruto de su relación con Jessica Bueno– ha estado a su lado en los peores momentos de su vida.
Así lo demostraron ambos, cuando el hijo de la tonadillera reconoció ante toda españa sus problemas de adicciones que había arrastrado durante años. «No lo he dicho nunca, pero en un determinado momento de mi vida… y de ahí viene en gran parte mi depresión, estuve con adicción a las drogas», afirmó Kiko. «Consumía hachís y marihuana a diario. También cocaína. Estaba enganchado», sentenció. «Pero gracias a mi mujer y a mi madre y a mis amigos de verdad, he conseguido salir de ese mundo», reconoció.
El apoyo de Irene ha sido indispensable para su marido a la hora de plantar cara a las adicciones, un problema contra el que, según el ellos mismos, se batalla de por vida. Ambos sufrían mucho y las mentiras de Kiko eran el origen de muchas de las discusiones de pareja: «Veía mentiras tontas y él seguía hasta el fondo con su mentira (…) Las broncas eran monumentales. Le decía que se fuera, pero acabábamos gritando y veía que era peor porque iba a irse y volver a consumir. Entonces, empecé a hablarle desde el cariño», contó hace unos meses Irene Rosales. Además de las mentiras, el distanciamiento con su familia era otro de los temas que provocaba sus innumerables enfrentamientos. El tema económico y el «derroche» también fue un obstáculo, aunque confiesa que al menos no lo perdió todo.
Y es que los gastos de Kiko y su deuda con Hacienda fueron uno de los motivos por los que participaron en el reality. Ahora, aunque están mejor económicamente gracias a la estabilidad laboral de Irene Rosales, el Dj generó un gran revuelo hace unos meses al confesar que había solicitado acogerse la ayuda del Gobierno durante la crisis del coronavirus: «He tenido que pedir la ayuda por ser autónomo. Esto me ha pillado muy jodido de pasta. Todo lo que he ganado en mis entrevistas y en ‘Gran Hermano’ lo he utilizado para pagar mi deuda con Hacienda, que ya se ha acabado, gracias a Dios». Kiko Rivera pasó por momentos muy delicados con anterioridad y sus hábitos de derrochador no le han ayudado a ahorrar el dinero que ha ido ganando. «Siempre he sido un gastador y ahora me arrepiento de ello. Ahora, no tengo problema en decirlo, solo estoy ingresando 700 euros al mes, que es lo que me da el Estado, pero sigo teniendo los mismos gastos de siempre. Es una locura, no hay derecho», explicó en un directo de Instagram que pronto incendió las redes sociales y a su propia esposa, que confesó días después haberse enfadado con él por airear sus problemas económicos.
Ahora, cuando parecía que la pareja atravesaba uno de sus mejores momentos, una infidelidad por parte Kiko ha vuelto a poner en entredicho su relación. Tras semanas de habladurías, finalmente el hermano de Chabelita Pantoja se sentó en el plató de «Sábado Deluxe» para poner fin a los rumores. «Vengo a zanjar el tema y darle a mi mujer su lugar, el que se merece, porque con ella las cosas están bien. Hay cosas que son mentira y otras que son verdad, pero ya forman parte del pasado. He cometido muchos errores en mi vida y este es uno más. Lo de Techi es mentira, lo de Chabeli, igual, pero lo de Alicia sí es cierto. No he tenido nada con ella pero me pilló en un momento en el que no estaba bien con Irene. Tonteé con ella», dijo en el espacio de Telecinco. Reconoció también que sí le ha sido infiel a Irene Rosales en otras ocasiones.
Justificaba dichos encuentros por su estado anímico y la depresión que padece: «Sigo teniendo dependencia de las drogas. Hay noches que no puedo dormir y hasta lloro. He preferido dejar de trabajar en la noche para no caer en las tentaciones, me cuesta muchísimo. Me han ofrecido drogas mil veces. Siempre tengo el demonio en el hombro y estoy en alerta roja, ¡siempre! He tenido recaídas, varias. Actualmente estoy bien, pero últimamente tengo pensamientos muy malos, como caiga otra vez en eso apaga y vámonos».
Y proseguía: «Soy una persona complicada, que a veces ni me quiero… Mi vida no es ninguna fiesta. Algo tengo, por algo viene. Estoy en un momento muy jodido. Estoy en el subsuelo, en el puñetero subsuelo. No se merece que piense así, yo sí que estoy hundido. Estoy triste, decepcionado y no soy feliz con lo que conseguido en mi trabajo. Me siento defraudado, un inútil. Si Irene no estuviese a mi lado igual no estaría vivo».
Su mujer rompía su silencio horas después para asegurar que este último engaño, ocurrido en enero, era agua pasada, pero que no volvería a perdonar ninguna infidelidad más a Kiko. «No volvería a perdonarle en caso de otra infidelidad. 100%, no. Esta última lo perdoné porque estaba en un momento débil – la enfermedad y fallecimiento de su madre- y porque vi mucho en él, pero yo ahora estoy muy fuerte», zanja.
Fuente: ABC