Este espacio del corazón de la ciudad se ha convertido en el preferido de los indigentes para dormir. No hay ni un banco libre desde hace semanas
La Plaza Nueva ya no tiene bancos libres para pasar la noche. Máxima ocupación. Durante la madrugada del martes pudimos contar hasta 32 personasdurmiendo al raso a los pies del Rey Santo y asistimos a varias disputas para conquistar los soportales de los comercios y sucursales, donde cuatro cartones improvisan la «suite» más céntrica de Sevilla. La caída del turismo provocada por la pandemia vacía el corazón de la ciudad en cuanto se pone el sol y eso ha permitido que en apenas unas semanas se haya convertido en la principal zona de acampada de las personas sin hogar que hay censadas en Sevilla. Durante el confinamiento, el Ayuntamiento las agrupó en varios pabellones para evitar que deambularan por
las calles y cumplieran las normas del estado de alarma, ya que muchas de ellas rehúsan alojarse en los albergues municipales alegando que no quieren dejar a sus perros fuera o en manos del Zoosanitario o que en estos centros sociales se producen revueltas de manera habitual. Prefieren la calle. Y aunque la Plaza Nueva ha sido un emplazamiento recurrente de los indigentes desde hace años, en las últimas semanas se han concentrado allí decenas de ellos, lo que está generando conflictos nocturnos para apropiarse del mobiliario urbano y situaciones muy denigrantes para ellos mismos.
El martes había varios durmiendo semidesnudos, para combatir el calor, en las escalinatas de la estatua de Fernando III a caballo. Todos los soportales y los bancos estaban ya cogidos y decidieron instalarse en el monumento. La estampa, visible desde la puerta del Ayuntamiento, era muy llamativa, ya que el puesto de vigilancia de la Casa Consistorial conoce la situación y la Policía Local lleva sin intervenir semanas. Tanto es así, que se ha corrido la voz y cada día son más las personas sin techo que se dan cita en la plaza a partir de las diez de la noche.
Asociaciones de voluntarios
Varios voluntarios que pertenecen a asociaciones de asistencia a estas personas sin hogar y que cada noche recorren el Centro para ofrecerles agua, alimentos y abrigo dan fe de cómo ha crecido la colonia de la Plaza Nueva desde que se levantó el estado de alarma. La ausencia de turistas ha restado vida al casco histórico y los indigentes han decidido acampar en los espacios de referencia de la ciudad, donde hay fuentes y buenos soportarles y al que no necesitan desplazarse cuando se despiertan para buscarse la vida entre los sevillanos que van de tiendas o a los bares. «Habitualmente en la Plaza Nueva hay dos o tres personas por las noches que aprovechan elrefugio de distintas entidades bancarias o soportales de edificios», explica uno de esos voluntarios a ABC. Pero «con la llegada de las altas temperaturas y la desaparición de turistas y viandantes en el Centro durante la noche, han convertido a la Plaza Nueva en un enorme dormitorio al aire libre», incide.
En torno a las dos de la madrugada, contamos 32. En los días previos se han llegado a juntar casi cincuenta. Están organizados. Cada uno sabe qué banco tiene asignado para pasar la noche y eso no se discute, pero los que se incorporan nuevos ocupan ya el suelo central de la plaza, incluidos sus objetos personales, que van desde carros, bicicletas, transportines para mascotas, cartones…Lavan la ropa en la fuente de agua potable de la plaza y luego la tienden en las cadenas que cercan el monumento a San Fernando
La mayoría lava la ropa en la fuente de agua potable de la plaza y luego la tienden en las cadenas que cercan el monumento a San Fernando o sobre los setos de los jardines. Y esto ya está ocasionando un problema logístico para llevar a cabo la limpieza diaria de este espacio. Cuando Lipasam acude a llevar a cabo sus tareas por las noches, los operarios no pueden acceder a la zona en la que ya hay personas durmiendo. Por el día esos bancos son usados por otras personas —muchas de ellas mayores— sin que hayan sido desinfectados ni limpiados. El Ayuntamiento hizo los test a todos los indigentes registrados en su censo, más de 600, y todos dieron negativo. Pero esas pruebas se llevaron a cabo hace ya casi dos meses, por lo que al no existir un programa de desinfección del mobiliario urbano, el riesgo de contagio es bastante alto.
El Ayuntamiento habilitó tres pabellones deportivos y varios hostales para alojar a 624 personas sin hogar durante el confinamiento y a todas ellas les hizo las pruebas para determinar si tenían coronavirus. En un primer momento, los servicios municipales trabajaron para dar cobijo a 380 personas, que eran las que tenían controlados los técnicos. La Policía Local recibió la orden de llevar en sus propios patrulleros a los indigentes para que pasaran el estado de alarma en alguno de los tres pabellones dispuestos para ello. Y esto permitió descubrir al Ayuntamiento que la cifra de personas sin techo era el doble de la prevista, casi 700 personas, por lo que tuvo que liberar más recursos. El «cuadro de mando» creado por el gobierno local para los sintecho recogía a diario las incidencias de los que estaban confinados, que el delegado calificó de «anecdóticas» porque de los más de seiscientos se produjo la salida voluntaria de menos de cinco personas diarias. Sin embargo, cuando el Gobierno levantó el estado de alarma los pabellones fueron desmantelados y estas personas tuvieron que volver a la calle. Con la presencia de turistas, el Ayuntamiento se ocupaba de evitar que pernoctaran en las zonas monumentales, pero la soledad nocturna del Centro ha rebajado también la tensión policial, por lo que los sintecho han conquistado el propio Ayuntamiento, a cuyas puertas duermen cada noche en grupos cada vez más numerosos, sin que el gobierno les ofrezca una alternativa ni evite una imagen tan decadente.
Beltrán Pérez: «Me temo que la situación va a ir a peor»
El portavoz del PP en el Ayuntamiento, Beltrán Pérez, ha puesto en conocimiento del gobierno municipal la situación para que tome medidas urgentes y denuncia que «la Plaza Nueva es un paradigma del abandono al que está sometiendo Espadas a la ciudad». Para Pérez, «Sevilla está en un permanente estado de suciedad, inseguridad e invasión de personas sin hogar que no reciben respuesta de los servicios sociales» porque «ni la política de limpieza existe ni la política de bienestar social existe ni las medidas económicas para superar esta crisis se están adoptando con rapidez y eficacia». En este sentido, el líder de los populares en la ciudad asegura que «nos tememos que la situación en los próximos meses vaya a ir a peor». «La Plaza Nueva no puede convertirse en un dormitorio al aire libre para personas que están atravesando esta situación de vulnerabilidad y es impensable que en las plazas mayores de Madrid o Salamanca, o que la Plaza del Comercio de Lisboa o de cualquier otra ciudad europea se dé esto que está ocurriendo en Sevilla», concluye Beltrán Pérez, que exige una actuación inmediata.
Fuente: ABC
Mejor este ocupado los bancos y/o la plaza por ellos que por 4 gatos comiéndose un helado que luego se van a sus cómodas camas. Hay que ayudarlos, no excluirlos para unos puedan sentarse y darse besitos y comer helado. Pongámonos en el lugar de ellos…. si llegáramos a su situación muchos cojerian el camino facil al sufrimiento, ellos siguen luchando contra las adversidades para seguir aqui un más, y sufriendo y malviviendo, no luchan para seguir aqui para disfrutar los placeres de la vida, muchos de los que viven en la calle, moriran en la misma, en soledad, sin que nadie obvie su presencia
Lo que tienen que hacer es dejar a las personas sin hogar, tranquilas.
No somos ni indigentes ni
mendigos.