La celebración de la Feria sigue en el aire debido a la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. La fecha reservada en el calendario para después del verano (la semana del 19 al 26 de setiembre) ya cuenta con un festivodesde la semana pasada. Falta lo más complicado. El visto bueno del Ministerio de Sanidad. Todo apunta a que, hasta que no exista tratamiento o vacuna, las grandes concentraciones de personas seguirán prohibidas.
Ante esta incertidumbre que no se resolverá pronto y el elevado coste que tiene mantener las estructuras de la portada y las casetas, la delegación de Fiestas Mayores tiene previsto iniciar su desmontaje en los próximos días y hoy mismo ha empezado a mandar una carta a los caseteros para iniciar el procedimiento dedevolución de las tasas abonadas.
El planteamiento del equipo de Juan Espadas es comenzar administrativamente desde cero y proponer en unas semanas a los grupos políticos una Feria distinta que aún no se encuentra definida por Fiestas Mayores. Lo único claro es que tendría un formato reducido, pero entre las alternativas que se bajaran no se descarta incluso un cambio de emplazamiento. Los técnicos de la delegación se encuentran elaborando un informe económico sobre la viabilidad de su celebración a mitad de septiembre.
¿Una vuelta al origen? Una posibilidad es que la Feria recupere su emplazamiento (Prado de San Sebastián) y formato original (reducida a cinco días) creado por los concejales José María Ibarra y Narciso Bonaplata, que tuvieron la idea en 1846 de celebrar una fiesta anual de tres días de duración, que tendría lugar en abril y con un carácter mercantil para compra y venta de ganado. Con los años se convirtió en uno de los festejos más relevantes de la ciudad y cambió su carácter mercantil por el de fiesta social. Las primeras casetas municipales para particulares aparecieron por el Prado en 1893.
EL AYUNTAMIENTO DEVOLVERÁ DESDE HOY A LOS CASETEROS EL DINERO DE LAS TASAS
Lo que está claro es que Fiestas Mayores remitirá desde hoy una carta a todos los titulares de casetas para iniciar el procedimiento de devolución de las tasas abonadas ante la decisión adoptada hace poco más de un mes de suspender el montaje y aplazar la semana de farolillos por la pandemia para hacerla coincidir con la festividad de San Miguel. Esto supone el reintegro de 1,9 millones.
Esta medida del gobierno socialista se suma a la devolución de tasas que arrancó la semana pasada ante las peticiones de los industriales feriantes del montaje de las atracciones a las que se está devolviendo un importe de 2,3 millones. Lo que supone que las arcas municipales deben devolver 4,2 millones, la mayor parte del presupuesto con el que cuenta la semana de farolillos.
El Ayuntamiento paralizó el 15 de marzo los trabajos de montaje ante su suspensión y desde entonces se han llevado a cabo distintas actuaciones de retiradas de materiales parciales. A continuación se procederá a solicitar a todas las grandes empresas que desmonten todas las estructuras y a los montadores que retiren las casetas existentes. La portada se desmontara también y su diseño se mantendrá en 2021.
Sevilla está en una situación similar a otras grandes ciudades que tienen que tomar decisiones en las próximas semanas sobre festividades que provocaran también aglomeraciones de público como las Fallas de Valencia, San Fermín o la Feria de Málaga.
Sin concentraciones hasta el verano
El gobierno socialista ha acordado paralizar las contrataciones asociadas al Corpus tras la suspensión de la procesión por el Arzobispado, así como las de las velás que tenían prevista su celebración en los meses de mayo y junio. En su reunión diaria para realizar balance de los servicios públicos municipales, el comité de seguimiento creado para afrontar la crisis sanitaria del coronavirus ha evaluado la suspensión de distintos eventos previstos para las próximas semanas.
En el caso del Corpus, se ha acordado paralizar las contrataciones relacionadas con esta fiesta mayor, como la instalación de la portada de la Plaza de San Francisco o el programa de actividades tras el anuncio del Arzobispado de Sevilla de no celebrar la procesión. Asimismo, se han suspendido todas las contrataciones municipales para la velá de Alcosa y la de Torreblanca previstas para las mismas fechas y que no se van a celebrar de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
«La salud pública es lo primero y el gobierno de la ciudad tomará todas las medidas oportunas en cumplimiento de las recomendaciones sanitarias; todos los eventos que supongan concentraciones de personas hasta el próximo verano es evidente que no son posibles, y seguiremos evaluando conforme avance la crisis sanitaria», explicó el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera.
Vía: Diario de Sevilla