La Policía Nacional ha llevado a cabo una operación en Sevilla que ha culminado con la detención de 25 seguidores ultras del Sevilla FC. Estos eventos están vinculados a una violenta confrontación que tuvo lugar en septiembre pasado entre estos aficionados y seguidores del Osasuna, con motivo del partido disputado en Pamplona entre ambos equipos. Fuentes de la investigación confirmaron estos hechos.
La operación sigue en curso y se ha extendido a diferentes provincias como Pamplona, Madrid y Málaga, donde también se han efectuado detenciones. Estas detenciones se han llevado a cabo más de dos meses después de la pelea multitudinaria entre los grupos radicales Indar Gorri (Fuerza Roja) y Biris Norte.
El altercado tuvo lugar el 23 de septiembre, poco antes del inicio del partido entre Osasuna y Sevilla. La Policía intervino para frenar los enfrentamientos entre los seguidores en el barrio de Azpilagaña en Pamplona, cercano al Estadio de El Sadar.
En ese momento, se detuvieron dos individuos como presuntos responsables de posesión de artefactos explosivos durante los enfrentamientos. Fueron identificados en un vehículo que transportaba material pirotécnico, palos y, sobre todo, un artefacto explosivo de fabricación casera consistente en un aerosol con un petardo adherido, capaz de causar daños significativos e incluso lesiones graves.
Además, se hallaron otros dos dispositivos similares, uno de ellos ya detonado, cerca de la Avenida Zaragoza. La identificación y detención se llevaron a cabo en medio de incidentes registrados en las inmediaciones de dicha avenida, donde grupos radicales de ambas aficiones se enfrentaron cuerpo a cuerpo.
La rápida intervención de la Policía permitió controlar los disturbios, ya que desde la mañana se tenía conocimiento de que miembros de Biris Norte se dirigían a Pamplona. Los agentes actuaron de inmediato al inicio de los enfrentamientos y lograron identificar a aproximadamente 70 personas procedentes de Sevilla.
En uno de los vehículos registrados se encontraron palos de gran tamaño y material pirotécnico, sugiriendo que este automóvil podría haber sido utilizado como vehículo de apoyo y distribución de material por el grupo radical. Una vez restaurada la normalidad e identificados los seguidores del Sevilla, la Policía acompañó al grupo fuera de Pamplona, retirándoles las entradas para el partido en El Sadar, en cumplimiento de la Ley del Deporte y para prevenir incidentes más graves.
Durante los enfrentamientos en la zona de Azpilagaña, la Cervecería Arriola Arena se vio obligada a cerrar con clientes aún en su interior. Una empleada del establecimiento señaló que los ultras del Sevilla llegaron desde la Universidad Pública de Navarra y parecían haber planeado encontrarse en la calle Pablo Antoñana con los aficionados de Osasuna. La pelea afectó al establecimiento, que se convirtió en un punto de encuentro no planificado para ambos grupos.