Un policía a caballo ha localizado sin vida a Macarena Torres en una zona de descampado junto al polígono Pibo
La búsqueda de Macarena Torres ha tocado a su fin. El cuerpo de la mujer de 62 años fue localizado ayer al mediodía, sobre las doce de la mañana, en el interior de un arroyo, en las inmediaciones del polígono Pibo, dentro del término municipal de Bollullos de la Mitación.
Los restos mortales no presentan signos de violencia y ha sido un policía a caballo el que ha encontrado el cuerpo de la mujer. La Policía ha podido identificar los restos a través de las prendas y los objetos personales que portaba. Todo apunta, como sospechaba la familia, que Macarena Torres tomó el autobús de regreso a Tomares la misma noche que desapareció, el pasado sábado, cuando había bajado a Sevilla a ver la vuelta del Gran Poder a su Basílica.
Los últimos indicios recabados señalaban que pudo haberse pasado su parada y acabó bajándose al final del trayecto, en la localidad de Bollullos. Según detalla la Policía en un comunicado, Macarena se quedó dormida en el autobús; lo que provocó el despiste. Los investigadores creen que la mujer trató de regresar por sus propios medios pero acabó cayéndose en el arroyo donde ha sido localizada este mediodía.
Este jueves se había organizado un dispositivo de búsqueda en Bollullos, en el que estaban participando agentes de la Policía Local, de la Guardia Civil, Policía Nacional y hasta una unidad canina de Protección Civil de Gines. La zona prioritaria era la que comprendía las tres últimas paradas de la línea M-157, que une las localidades de Tomares y Bollullos con Sevilla. El área marcado en rojo era la urbanización Cuatrovitas y la calle Mulhacén donde se ubica la última parada de la línea. Desde ese punto al lugar donde finalmente ha sido localizada, en el arroyo Majalberraque, no hay mucha distancia.
Ha sido a las doce del mediodía cuando se ponía fin al rastreo que ha mantenido en vilo durante cinco días a la familia de la desaparecida, que desde el domingo inició una batida que les llevó primero al Centro de Sevilla, donde fueron reconstruyendo los pasos que había podido dar Macarena. La preocupación fue en aumento conforme las horas pasaban porque la fallecida necesitaba medicación y acababa de sufrir dos ictus. Los testimonios de las personas que afirmaban haberla visto señalaban que Macarena parecía desorientada; lo que sólo acentuaba el temor a que algo hubiera pasado. Un último testimonio confirmaba que la difunta había tomado el autobús de vuelta y se había bajado en la última parada. Por eso se redigirió el rastreo a Bollullos.
El Grupo de Homicidios, que se hizo cargo de la investigación, tuvo en cuenta estos testimonios, las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona donde se bajó del autobús y el posicionamiento que marcaba su teléfono móvil para cercar el área de búsqueda. El cuerpo será trasladado al Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia.
Fuente: ABC