El agresor, de 63 años, se suicidó después con la misma escopeta de caza que había usado contra su pareja
En el corazón del populoso barrio del Cerro del Águila se sintió ayer el zarpazo de una lacra social que sigue sumando víctimas a una terrible estadística de mujeres asesinadas por sus parejas y exparejas. Una vecina de la calle Virgilio Mattoni es el último rostro anónimo que se cobra la violencia machista.
La noticia se conocía prácticamente en directo porque fue imparable de portal, de casa en casa. La Policía Nacional había llegado a un piso de la citada casa y había abierto una investigando por la muerte violenta de una pareja que había ocurrido sobre las ocho y media de la tarde en el interior de una vivienda del barrio. A esa hora la calle es una hervidero porque empieza a bajar la temperatura, algo, y se puede salir a la calle.
No tardó en confirmarse lo que había ocurrido dentro del piso. Un hombre había matado a su mujer y después se había quitado la vida con una escopeta de caza. Fuentes oficiales de la Policía confirmaban sobre las once de la noche que se trataba de un crimen machista, el primero que se registra en la capital en este 2021, el segundo en toda la provincia.
El aviso les había llegado a la Policía Nacional a las 20.37 horas. La primera información alertaba de que se habían oído tiros en el piso donde reside un matrimonio conocido del barrio. Cuando los agentes entraron en la vivienda del matrimonio ya poco se podía hacer. Los dos cuerpos yacían sin vida. El de ella presentaba varios impactos. La secuencia con la que trabajan los investigadores es que el marido le disparó con una escopeta de caza y después se quitó la vida con el mismo arma de fuego. Su cadáver tenía un único disparo.
Habían sido alertados los servicios sanitarios que tuvieron que desactivar el servicio y regresar al hospital de vacío. Desde las ventanas los vecinos seguían lo que ocurría en el exterior. La calle había sido inmediatamente acordonada mientras llegaba la comitiva judicial, el Grupo de Homicidios y miembros de la Unidad de Atención de la Familia y el Menor (UFAM). Los residentes no podían salir de sus casas salvo por un motivo de fuerza mayor. En el interior del piso permanecieron los dos cadáveres hasta cerca de las once de la noche cuando fueron sacados del inmueble y conducidos a un furgón de los servicios funerarios.
Sin denuncias previas
Hasta ese momento varios familiares se habían ido acercado a la puerta del domicilio donde se vivieron escenas de dolor. Uno de los hijos tuvo que ser atendido allí mismo de un fuerte ataque de nervios. La conmoción es absoluta en el vecindario porque no había trascendido ningún indicio que hiciera pensar en un desenlace así. No se trata de ninguna novedad en los casos de violencia machista, la cual sufren en silencio habitualmente las víctimas a las que aún a día de hoy hay que seguir animando a que denuncien. Algunos testimonios recogidos en la calle apuntan a que la mujer le habría trasladado a su marido su deseo de separarse. Este miércoles, la Policía Nacional ha confirmado que no había denuncias previas.
Sobre el matrimonio, ABC ha podido saber que la pareja vivía sola. Ella tenía 60 años y él, 63. Eran padres de dos hijos adultos que fueron alertados de inmediato de la fatal noticia. Se da la circunstancia que la hija del matrimonio tiene una peluquería en la misma calle y es muy conocida en el vecindario. Fuentes próximas al matrimonio señalan que el fallecido, que era transportista jubilado, había mostrado un comportamiento muy normal en los últimos días y que tan sólo unas horas antes había estado comentado en la puerta del bloque que tenía que ir a revisar el aceite de su coche. Cuestiones rutinarias que no hacían pensar en absoluto que se fuera a desencadenar una tragedia mayúscula y definitiva ese mismo día.
Los cuerpos se encuentran ya en el Instituto de Medicina Legaldonde se les hará la autopsia hoy; si bien las causas de las muertes parecen claras a tenor de las lesiones que presentaban los cuerpos, señalan fuentes policiales. El juzgado de Instrucción nº 4 de Sevilla se ha hecho cargo de las diligencias al encontrarse de guardia en la jornada de ayer.
El primer político en reaccionar públicamente a la noticia del crimen machista del Cerro del Águila fue el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, que a través de su cuenta de twitter condenó lo ocurrido: «Nuevamente tenemos que lamentar otro presunto episodio de violencia machista sucedido en Sevilla. Es intolerable. Hay que acabar de una vez por todas con esta lacra. Mis condolencias a los familiares y amigos de la víctima. DEP».
Este crimen ocurre el mismo día que la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, defendía los pasos dados para combatir la violencia de género en una entrevista concedida a la agencia Europa Press. Ruiz sostiene que «a los negacionistas» de esta materia «hay que obviarlos» porque «los datos están ahí». «Cuanto más se obvien, más insignificantes serán esas declaraciones», apuntaba la consejera e incidiendo en que «a esas personas, como a los negacionistas de las vacunas, se les combate con datos y evidencias».
La segunda víctima de la violencia machista en lo que va de 2021 en Sevilla
Con la muerte violenta de esta vecina del Cerro ya son dos los crímenes machistas que se han registrado en la provincia de Sevilla en lo que va de año. El primero fue el de la joven Rocío Cáiz, asesinada por su exnovio quien después la descuartizó en el piso que habían compartido en Estepa. Ocurrió a principios de junio.
Ese primer crimen conmocionó especialmente porque durante días se estuvo buscando a la joven hasta que su expareja acabó confesando que la había matado. Había tratado de huir de Estepa sin éxito y al sentir que la Guardia Civil le pisaba los talones se entregó. Después le indicó a los agentes donde había escondido los restos de la víctima, que repartió por varios puntos de Estepa. La joven tenía 17 años y un bebé de cuatro meses.
Con estas dos víctimas, la provincia de Sevilla iguala el número de víctimas mortales por la violencia machista que se contabilizaron en 2020, y que son una más que en 2019 y 2018. En los últimos años, el peor de todos fue 2015, cuando se registraron hasta cuatro asesinatos con el mismo componente social.
A nivel andaluz, el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, recordaba recientemente que a cierre de junio tres mujeres ya habían sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en la comunidad autónoma: Además de la menor de Sevilla; una mujer de 36 años, natural de Huelva y asesinada en el municipio jiennense de Marmolejo, y una mujer de 43 años en Roquetas de Mar (Almería); a las que desgraciadamente se sumaron dos casos más en pleno verano: el de una mujer de 46 años en Málaga y el de otra mujer de 36 años en Rincón de la Victoria (Málaga). En total seis víctimas en 2021 en Andalucía.
Fuente: ABC