Los expertos están divididos, mientras el 55% de los andaluces opinaba en el mes de mayo que se utilizara siempre
La mascarilla dejará de ser obligatoria al aire libre en toda España a partir del próximo sábado 26 de junio, pero en Andalucía seguirá siendo recomendable. El Gobierno de la comunidad con la tasa de incidencia más alta (173,7 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días) aconsejará a la población que no prescinda de esta medida preventiva. Es la principal barrera de contención contra el Covid y la más eficaz para frenar los contagios. Aunque acatará la flexibilización de su uso anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la Junta recela de que haya abierto ya ese melón sin pactarlo con las comunidades, que tienen las competencias sanitarias.
En el Consejo Interterritorial que reúne mañana a los consejeros de todas las comunidades con la ministra de Sanidad, Carolina Darias,la Junta abogará por que le deje un margen de actuación para regular su uso e incluso ser más restrictivo si la situación epidemiológica así lo recomendase. El Gobierno tendrá que aprobar un real decreto-ley que anule la obligatoriedad al aire libre y mantenerla en espacios cerrados o calles con aglomeraciones. En este foro se informará sobre los pormenores de la derogación del artículo 6 de la Ley 2/2021, de 29 de marzo, que estableció la mascarilla forzosa en exteriores e interiores.
El Gobierno andaluz asumirá, «si es de obligado cumplimiento, lo que se diga el sábado que viene, pero nosotros seguiremos recomendando de forma vehemente e intensa el uso de la mascarilla», declaraba ayer a los periodistas el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, en Córdoba, donde participaba en un acto sobre vacunación. Si se da la opción de que cada comunidad autónoma decida, se atenderá a lo que diga el Comité de Expertos en Salud Pública de Alto Impacto, «que es el que nos dijo en la última reunión de la semana pasada que no era conveniente todavía en Andalucía relajar el uso de la mascarilla», es decir, «si tuviéramos la capacidad de decidir, será el comité de expertos quien lo decida», argumentó.Fernando Simón entiende que la Junta recomiende su uso porque es la única comunidad con más de 150 casos de tasa de incidencia
Andalucía no sale de la zona roja de riesgo. Es el doble de la media nacional (82 casos por 100.000 habitantes) y está por encima del listón de los 150. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, aseguró ayer que entiende que Andalucía siga recomendando su uso en exteriores. «Es la única comunidad autónoma que está por encima de 150 en la incidencia acumulada. Hay que tener más cuidado que en el resto del país», se justificó. La elevada transmisión ha obligado a Andalucía a echar el freno a su desescalada. Justo ayer, 21 de junio, la comunidad debería haber entrado en la etapa de normalización. Pero la curva pandémica ha trastocado el plan.
La campaña de inmunización va quemando etapas y grupos de edad, pero todavía no ha llegado a la meta de la ansiada inmunidad de rebaño, a partir de la cual el porcentaje de personas con el suero puesto impide al virus circular y, por tanto, protege también a los no vacunados. La vacunación va entre «tres o cuatro semanas» por delante del resto de las regiones, según destacó ayer en Canal Sur Radio el presidente de la Junta, Juanma Moreno. El 60% de la población mayor de 16 años tiene puesta, al menos una dosis de la vacuna y Salud espera acabar junio con el 70% con el primer pinchazo.El dirigente andaluz insiste en el mensaje de no bajar la guardia: «Que los ciudadanos no se lleven a engaño, quitarse las mascarilla no significa que el Covid haya desaparecido».
La amenaza de la cepa delta
En la Junta temen que las excepciones en el uso de la mascarilla lance al ciudadano una falsa expectativa de seguridad, cuando la variante delta o india del coronavirus, más contagiosa que la predominante alfa o británica, amenaza con disparar la transmisión. Actualmente, hay ocho casos importados en la comunidad, pero esta situación puede dar un vuelco en un mes. «Sobre todo porque no podemos dar la sensación de que el virus está vencido y de que estamos relajando de forma clara los hábitos sanitarios o de higiene», objetó Jesús Aguirre.
¿Qué opinan los expertos sobre el uso de la mascarilla al aire libre? En general, no se ponen de acuerdo sobre el momento de flexibilizar la norma. Nicola Lorusso, epidemiólogo y asesor técnico de la Dirección General de Salud Pública en Andalucía, considera «razonable» que deje de ser obligatoria a partir del sábado, porque en el exterior «decae el riesgo». No obstante, defiende que se establezcan criterios para «modular» esta y otras medidas y reconoce que hay «preocupación» porque haya una relajación de su uso en ámbitos como la hostelería.
Begoña López, presidenta de la Sociedad Andaluza de Epidemiología, en cambio, ve «precipitado» retirar la mascarilla al aire libre porque «tenemos unos niveles de incidencia todavía altos». «Se traslada la idea de que el riesgo ha pasado, una falsa tranquilidad cuando la pandemia está aún en un punto álgido», advierte.
Los andaluces, en su mayoría, coinciden con la epidemióloga. El 55,1% se mostraba favorable a que la mascarilla fuera obligatoria en cualquier lugar en el mes de mayo, cuando el Centro de Estudios Andalucía realizó una encuesta sobre la pandemia. El 62,5% estaba en contra de que los vacunados prescindieran de los clásicos cubrebocas que a partir del sábado serán más difíciles de ver por las calles.
Fuente: ABC
