La Policía difunde el patrón físico de unos delincuentes vinculados con la mafia georgiana
Consejos en medios de comunicación, mensajes por redes sociales… la Policía Nacional lleva un par de días advirtiendo a la ciudadanía que debe asegurar bien su viviendas si sale fuera y la abandona por unos días. A estas llamadas de atención se ha sumado también la Policía Local, que a través de sus perfiles oficiales está difundiendo una especie de retrato robot de los asaltapisos; unos escurridizos delincuentes vinculados a la mafia georgiana, capaces de protagonizar campañas de robos en los que entran en decenas de inmuebles para sustraer dinero y joyas en un periodo muy corto de tiempo.
Los asaltapisos se mueven por toda la geografía nacional y se organizan en células independientes. Se instalan por un tiempo en una zona y cuando ya han sumado un buen número de asaltos y entienden que la zona ya está quemada, se desplazan a otra provincia y reinician su campaña de robos. En Sevilla se han detenido a más de una decena de estos grupos en los últimos años y en 2016, en una operación de gran calado dirigida por la Audiencia Nacional, localizó a un peso pesado de la mafia georgiana escondido en el barrio de Felipe II, desde donde dirigía a las células que van desvalijando casas por todo el territorio nacional.
Este miércoles, la Policía lanzaba una serie de consejos como aparentar que nuestra casa está habitada aunque estemos fuera, mediante la instalación de sistema de apagado y encendido de luces o dejándole la llave a un conocido para que se pase por casa, recoja el correo y abra y cierre las ventanas. Fuentes policiales confirman que al levantarse las restricciones que impedían salir fuera de la provincia a los sevillanos, han detectado la presencia de estos grupos organizados. Por tanto toca extremar las precauciones.
Por su parte, la Policía Local ha difundido una suerte de perfil físico medio de estos delincuentes que procede de la Europa del Este. En concreto, en una publicación lanzada en redes sociales se pueden ver cuatro rostros. Según explican desde la Policía, no son los retratos robots de ningún delincuente fichado sino que se han configurado a partir de los rasgos más comunes de los asaltapisos fichados por la Interpol. Estos ladrones suelen actuar en pareja aunque a veces se incorpora un tercer miembro que ejerce labores de vigilancia en la entrada del bloque de vivienda seleccionado y ayuda en la escapada. «Son hombres de edad media y buena apariencia. Se muestran educados y corteses». Suelen vestir ropa cómoda y cargan con una mochila donde llevan las herramientas para abrir las cerraduras y donde luego meten el botín obtenido en la casa.
Según la descripción aportada por la Policía, intentan no hablar con los vecinos para que no se les note el acento extranjero y siempre tratan de no llamar la atención porque ahí reside la clave de su éxito. Entran en los edificios sin que nadie les preste atención y marcan los pisos. Durante días vigilan si ha habido movimiento y al verificar que hay viviendas donde llevan tiempo sin abrir la puerta, actúan en ellas. Por eso, la Policía insiste en que se revise regularmente la puerta por si se detecta alguna marca, señal o testigos como hilos de pegamento o piezas de plástico.
«Son muy sigilosos», detalla la Policía. Fuerzan la cerrada sin ejercer violencia y se meten en el interior. Al no causar daños en el acceso no llaman la atención. En apenas unos pocos minutos rastrean toda la casa en busca de dinero y joyas. Lo que las células roban es enviado a la caja común de la organización. Los ingresos que obtiene este grupo criminal viaja a su país de origen. La Policía ha constatado como en apenas unos días han sumado más de una decena de robos.
El pasado mes de enero, la Policía Nacional detectó que esas marcas habían vuelto a aparecer, llegaron denuncias de los vecinos y se activaron las alertas. A principios de abril arrestaban a una célula que se había asentado en el Tiro de Línea. Los investigadores los relacionaron con al menos 13 robos en viviendas de Nervión, Triana e incluso del mismo barrio donde estaban viviendo. Operaban desde dos inmuebles situados en las calles Cerro Muriano y Sierra Pelada. Los agentes pudieron recuperar joyas por valor de 20.000 euros. La Policía está convencida de que hay más grupos operando.
La expulsión del país no evitó su regreso
La última célula arrestada por la Policía Nacional en el Tiro de Línea estaba compuesta por dos individuos que habían sido detenidos y condenados en 2014. Se les sentenció a la expulsión del país, pero regresaron para seguir delinquiendo. En 2015 la Audiencia Provincial de Sevilla ordenaba sustituir las penas de nueve años de cárcel por la expulsión para 15 miembros de una organización ligada a la mafia georgiana. Sindicato policiales alertaban de que este tipo de condenas no ayudaba a frenar la entrada de más delincuentes de este perfil a España. Lo cierto es que llegado el momento del juicio, los asaltapisos siempre piden a través de sus abogados la expulsión como alternativa a la condena.
Fuente: ABC