El hombre, padrastro de la adolescente, está en prisión. La madre, que conocía la situación, tiene una orden de alejamiento de sus hijos y está en libertad con cargos
Un niño de nueve años se ha escapado de casa para acudir a las dependencias de la Policía Local de Málaga y denunciar que su padre abusaba sexualmente de su hermana, de 15 años. Llegó con heridas en brazos y piernas, así como signos de abandono, pero lo que sorprendió a los agentes fue el motivo de los golpes que había recibido: una pelea familiar causada por la relación del hombre, de 41 años, con la adolescente, que es su hijastra, ya que es fruto de una relación anterior de la madre. La Policía Nacional lo ha detenido, y también a la mujer, de 36 años. Él, que se encuentra en prisión, está acusado de abusos continuados a la adolescente con el beneplácito de su madre. Ella ha quedado en libertad con cargos y con una orden de alejamiento de sus hijos.
El subinspector Francisco Castillo, responsable del Grupo de Investigación y Protección del cuerpo policial malagueño, relata que la visita del menor ocurrió a principios de abril. Llegó a primera hora de la tarde con hematomas en el muslo y erosiones en el brazo. “Además, no estaba aseado, la ropa presentaba mucha suciedad y tenía claros signos de abandono”, explica el responsable policial. El menor contó que se había escapado de casa tras una pelea entre su madre y su padre a causa de la relación que este mantenía con la chica de 15 años, que es hija de una pareja anterior de la mujer. El niño se había puesto de parte de su madre y quería denunciar la situación, pero su hermana defendía a su padrastro y golpeó al pequeño para que no lo hiciera. Entonces escapó y explicó lo que sucedía en su casa —como adelantó el diarioSur—, donde también vivía con otros dos hermanos de siete y tres años.
Los policías llevaron al pequeño al centro de salud más cercano e hicieron las primeras diligencias para comprobar la veracidad de lo que estaba contando. El entorno familiar confirmó la situación y los agentes pusieron el caso en manos del Cuerpo Nacional de Policía, que lo derivó al Área de Protección al Menor adscrita a la Junta de Andalucía. Estos realizaron una investigación para corroborar los abusos y conocer la situación de la familia, un trabajo en el que tomaron declaración a los principales protagonistas, pero también recurrieron a entrevistas de los centros escolares de los pequeños y contaron con la colaboración de los servicios sociales del Ayuntamiento de Málaga.
Durante las diligencias, los agentes constataron que el hombre abusaba sexualmente de su hijastra desde que esta tenía 14 años y que su madre lo había consentido. Además, todo ocurría con sus otros tres hermanos como testigos de los actos. Los pequeños, según la investigación policial, presentaban además una situación de “absentismo grave, aislamiento social, sin relaciones con los iguales” y sin sus necesidades nutricionales e higiénicas mínimas cubiertas, según han explicado desde la Junta de Andalucía. De hecho, el hermano de nueve años relató a los policías que a veces tenía que cocinar su propia comida e ir al colegio solo.
Tras las pesquisas, el primer paso fue decretar el desamparo de los cuatro menores, que fueron retirados de la familia, quedando bajo la tutela municipal. Más tarde, se detuvo al hombre y a la mujer, para posteriormente proceder a la limpieza y desinfección de la vivienda —que presentaba un importante estado de insalubridad— y se procedió a su sellado, ya que era un inmueble público que se encontraba ocupado de manera ilegal.
Los dos adultos fueron puestos a disposición del juzgado de guardia. La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión del hombre como presunto autor de un delito de abusos sexuales. La madre de los cuatro menores ha quedado en libertad con cargos, aunque sobre ella recae una orden de alejamiento sobre sus hijos.
Fuente: El País