El Hospital de Valme mantiene durante la pandemia la misma capacidad de detección de tumores malignos en la mama con una amplia cartera de servicios basada en técnicas de imagen punteras y vanguardistas
Uno de los desafío de la lucha contra el cáncer es seguir potenciando la investigación y la detección precoz como factores esenciales para frenar la progresión de la enfermedad y mejorar los índices de supervivencia, así como la calidad de vida de las personas afectadas. El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en la mujer y la primera causa de muerte por cáncer en el sexo femenino. En las estadísticas de supervivencia a este tumor es imprescindible el diagnóstico precoz.
En el Hospital de Valme, la amplia especialización y experiencia de sus profesionales, junto a una completa cartera de servicios, refrendan la eficiencia diagnóstica de la Unidad de Patología Mamaria. Durante la última década, el esfuerzo en su avance diagnóstico se ha materializado en la multiplicación de los hallazgos realizados, pasando de los 70 casos detectados en 2010 a una media anual que, actualmente, roza los 250 tumores malignos identificados. Unos datos que, además de confirmar el afianzamiento en la detección de tumores cada vez más pequeños, constata por parte de este centro el crecimiento de un 10% en la detección del mismo durante los últimos tres años y el mantenimiento de esta eficiencia asistencial, aún en pandemia.
En 2020, a pesar de la crisis sanitaria por el coronavirus, el hospital sevillano ha sido capaz de mantener la misma capacidad de detección, alcanzando las 235 diagnósticos, gracias a la aplicación de diversas técnicas de imagen y la coordinación con un equipo multidisciplinar de profesionales vinculados al abordaje diagnóstico-terapéutico de la patología mamaria que está formada por ginecólogos, oncólogos, patólogos y radiólogos.
EN 2020, A PESAR DE LA PANDEMIA, EN EL CENTRO SE HAN ALCANZADO LOS 235 DIAGNÓSTICOS
El Valme es uno de los centros sanitarios de la sanidad pública andaluza con la cartera de servicios más completa en el diagnóstico de las lesiones mamarias. Su amplio abanico de opciones diagnósticas potencian la precisión para la detección precoz, pasando de la tecnología más básica, como la mamografía digital directa y la estereotaxia digital, a técnicas de mayor complejidad como la mamografía con contraste, la tomosíntesis, la ecografía de alta resolución con dispositivos dedicados explícitamente a este área anatómica, la resonancia magnética o la biopsia asistida por vacío.
En este sentido, su Unidad de Mama de Diagnóstico por la Imagen destaca por su talante vanguardista, en continua evolución, a través de la incorporación de las técnicas más punteras. Dependiente del servicio de Radiagnóstico del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, se trata de un dispositivo dedicado de forma monográfica al estudio de la mama, coordinado por el doctor Rafael Aznar e integrado por las radiólogas Pilar Escobar Casas y Cristina Gómez de las Heras, además de la médica residente Ana Cepeda Vázquez y las técnicas especialistas en Radiodiagnóstico Rosalía Sánchez Hidalgo, Auxiliadora Sánchez Laguna y Jessica Reyes Bocanegra. Todo un equipo de trabajo capaz de personalizar la aplicación estratégica de los recursos, según el manejo que precise cada paciente.
“Nuestra trayectoria ha centrado su esfuerzo en detectar las lesiones más milimétricas posibles al objeto de realizar diagnósticos precoces que optimicen pronósticos de la enfermedad y permitan tratamientos quirúrgicos o terapéuticos de menor impacto en la paciente”, explica el doctor Aznar.
Es por ello que, además de mamógrafos convencionales de alta resolución, dirigidos a la realización de mamografías estándar, la Unidad de Mama de Diagnóstico por la Imagen de este hospital sevillano haya liderado a nivel nacional novedosas herramientas en la detección de este tipo de cáncer para el eficiente abordaje de este proceso.
Según Rafael Aznar, “el gran salto” en capacidad diagnóstica se produjo con la irrupción de la mamografía digital. En este sentido, el Valme es pionero en España al aplicar por primera vez en 2013, de manera simultánea con el hospital madrileño Príncipe de Asturias, de Alcalá de Henares, la mamografía digital con realce de contraste, convirtiéndose así en el primer hospital andaluz en consolidarla tras corroborar sus notables ventajas asistenciales: mayor precisión acortando los tiempos de espera diagnósticos, optimizando la programación terapéutica y disminuyendo la ansiedad de las pacientes; menor incomodidad y también una opción más para pacientes que no pueden realizarse una resonancia de mama porque porten un dispositivo, como un marcapasos, o porque no la toleren, como es el caso de pacientes que sufren claustrofobia.
Esta técnica, que actualmente se está incorporando en numerosos centros hospitalarios por su beneficios, consiste en administrar contraste iodado por vía intravenosa con la finalidad de que éste permanezca en la zona donde ha aumentado la vascularización como producto del tumor. En cada compresión de la mama se obtienen dos imágenes: una de baja y otra de alta energía. La primera muestra una mamografía digital directa convencional, mientras la segunda se une con la primera y muestra una imagen recombinada en la cual sólo son visibles las áreas de realce donde hay angiogénesis tumoral, es decir, se resalta sólo el tumor.
El equipo de radiólogos de Valme vinculados a esta patología llevan casi una década aplicando esta técnica, cuyas ventajas asistenciales se centran en dos aspectos cruciales para el diagnóstico como son la sensibilidad (capacidad de detectar una lesión) y la especificidad (capacidad para diagnosticar una lesión maligna). Unas conclusiones que han contribuido a abordajes eficaces y de alta calidad, disminuyendo el número de falsos positivos y evitando en muchos casos biopsias innecesarias.
Por otro lado, ya en 2011, los profesionales de esta unidad también trabajaban con la técnica percutánea de biopsia asistida por vacío. En este caso, se trata de un procedimiento intervencionista consistente en un sistema de punción y aspiración por vacío con el fin de obtener abundantes muestras de la lesión, detectada previamente en la mamografía y en la ecografía, para su estudio. Se trata de un método que se lleva a cabo de forma ambulatoria, con anestesia local, poco agresivo y con gran fiabilidad en su diagnóstico, que permite disminuir el número de biopsias quirúrgicas y la selección de pacientes candidatos a cirugía.
El otro gran salto al incremento de la capacidad diagnóstica de lesiones de mama, apunta el doctor Aznar, de da con la técnica de la tomosíntesis. Un sistema instaurado en el Valme en el año 2017, siendo también pionero en Andalucía en su aplicación junto al Reina Sofía de Córdoba y Puerta del Mar de Cádiz.
La tomosíntesis está indicada para todas las mujeres que deban realizarse una mamografía, aunque cobra mayor importancia en mujeres con mamas densas, al visualizar mejor las lesiones dadas las características de esta nueva tecnología que consiste en fusionar dos métodos: la mamografía digital 2D y la tomografía.
Es una técnica que utiliza informática de gran potencia para convertir las imágenes digitales de las mamas en una batería de capas muy finas y generar una mamografía tridimensional. En lugar de ver todas las complejidades del tejido mamario en una imagen plana, el radiólogo puede examinar el tejido milímetro a milímetro. Los detalles delicados son claramente más visibles, ya que ahora no están ocultos sobre o debajo del tejido. Por todo ello, al disponer de imágenes tridimensionales de la mama, permite la detección de lesiones muy pequeñas.
“Una importante trayectoria que representa la satisfacción de haber potenciado la capacidad diagnóstica en esta área sanitaria gracias al esfuerzo de sus profesionales, que han estado implicados en poner al servicio de la ciudadanía las innovaciones más importantes”, reconoce orgulloso el doctor Aznar.
Fuente: Diario de Sevilla