En la entrevista del próximo domingo en la Sexta, el cantante aborda su intimidad pero también algunos de los rincones más oscuros de su vida
Este próximo domingo, la Sexta emite la primera entrega de una larga entrevista a Miguel Bosé, la primera en seis años que concede a una televisión española. La primera parte es más íntima y personal y la segunda, dedicada a lo profesional, política y sobre la pandemia. En una intervención en el programa ‘Al rojo vivo’ Jordi Évole ha señalado que a pesar de su fama, rara vez el artista se ha abierto tanto porque siempre ha sido muy pudoroso. Por eso, cuando en el minuto tres, en el arranque de la entrevista comenzó a hablarle de su relación con las drogas y de cuántos gramos de cocaína podía consumir al día, el periodista casi no daba crédito.
Devuelto a primera línea de actualidad por su actitud sobre la pandemia de la Covid-19 y la separación de Nacho Palau, asunto todavía en los tribunales, su posición negacionista es lo que más controversia ha levantado: “Cuando empezamos la entrevista tuvimos un tira y afloja, simpático, porque hace muchos años que nos conocemos. Me dijo que no iba a hacer la entrevista con mascarilla. Naturalmente, no hacía falta hacerla de ese modo, como no hemos ninguna entrevista con mascarilla durante esta temporada. Pero él quiso dejar en evidencia que no quería verme con ella”, explica Évole.
El cantante también revela cómo era verdaderamente la relación con su padre, el torero Luis Miguel Dominguín, un símbolo durante el franquismo y a quien el dictador acudía a visitar personalmente a su finca: “Miguel desde muy pequeño siente rechazo hacia el mundo del toro y de la caza, a la que su padre era muy aficionado. Nos explicó episodios de pequeño acompañando a cazar a su padre y se te pone la piel de gallina. Te imaginas la escena y es una cosa muy salvaje”.
Amor, pasión, dinero, drogas, salud y pandemia. De todo ello hablan periodista y artista en la suite de un hotel ante el skyline de Ciudad de México.
“Quítate esa máscara. Ya. No hablo con gente con mascarilla”.
“Mi madre no tenía coronavirus. No se murió de covid y eso tiene que parar ya. A mi madre se la sedó hasta la muerte y si estuviera viva estaría muy involucrada y le estaría creando muchísimo dolor y mucha rabia. Ella era muy rebelde y estaría plantándole cara a esta farsa”.
“La verdad no se sabe porque hay un plan urdido para que no se sepa”.
“¿Qué le pasa a mi voz? Que va y que viene. La causa es emocional. Cuando todo se me derrumba, aguanto. Cuando aguantas, estalla y estalla mal. Ahora puedo hablar. He llegado a no tener voz”. Dice Évole que llegó a tener que comunicarse con sus hijos mediante carteles.
“He tenido años salvajes: drogas, sexo a lo bestia… Y un buen día me desperté y dije ‘se acabó’. Lo dejé todo hace siete años. Solo. Y estuve muy enganchado, de a diario”.
“A Franco se le caía la baba con mi padre”.
“Con la edad no me he vuelto más conservador, me he vuelto más lúcido”
“He ganado mucho dinero pero he pagado muchos colegios, casas, terrenos… Por amor”
Esta reflexión de Jordi Évole es su resumen de qué podemos esperar el próximo domingo y el siguiente. “Lo mejor de la entrevista es que es como las de antes. Tengo la sensación últimamente de que cuando haces una entrevista a alguien las respuestas ya te las sabes y además te van a sorprender poco. Porque a ese alguien no le apetece meterse en jardines, está pendiente del qué dirán, de ese corte que sacado de contexto puede correr por las redes y perjudicarle… A Miguel Bosé le importa muy poco el qué dirán, va completamente a su bola y eso hace que la entrevista sea muy libre y sorprendente. Encontrarse a un personaje así es una absoluta delicia”.
Fuente: La Vanguardia
