- El incremento porcentual es del 0,80, el doble de la media provincial y del que registró la localidad en 2019
- Si en la anterior oleada del padrón 53 municipios sevillanos perdían población, ahora sólo son 40
El potencial de Dos Hermanas como gran núcleo residencial al sur de la ciudad de Sevilla sigue estando fuera de duda. El indicador del padrón de habitantes a 1 de enero de 2020 –que, previa corrección de duplicidades, el Instituto Nacional de Estadística publicó el 30 de diciembre– evidencia cómo se ha producido incluso un acelerón en el aumento de vecinos.
En concreto, la localidad ha superado la cifra de los 135.000 habitantes (135.050), lo que supone 1.081 más que hace justo un año y el mayor aumento en números absolutos entre los municipios del área metropolitana, que equivale a un 0,80%.
Ese porcentaje es superior al que la misma ciudad nazarena experimentó en 2019, cuando fue del 0,60, con unos 800 vecinos más, y en 2018, cuando creció en 660 personas, mientras que la propia capital seguía perdiendo población.
Esta vez, también la ciudad de Sevilla crece en 2.800 habitantes, pero con un ritmo que supone la mitad del de Dos Hermanas, cuyas bolsas de vivienda en Entrenúcleos han vuelto a coger vuelo tras el parón que supuso la anterior crisis del ladrillo, a la espera de lo que pueda suponer la nueva crisis del Covid.
Alcalá de Guadaíra suma 254 habitantes, pero crece porcentualmente por debajo de la media provincial y de la ciudad de Sevilla.
Entre los grandes núcleos del área metropolitana, destaca también el salto, esperando por otra parte, que da La Rinconada, que incluso supera el porcentaje de crecimiento de Dos Hermanas, con un 1,14%. La localidad, que también tiene una importante bolsa de suelo por desarrollar entre sus dos núcleos urbanos de La Rinconada y San José, suma 441 habitantes en sólo un año y supera por primera vez los 39.000 habitantes.
En el conjunto del Aljarafe, sobresale San Juan, uno de los municipios más cercanos a la ciudad de Sevilla y que tiene dos paradas de Metro. A pesar de que durante algunas décadas vio peligrar el hito de los 20.000 habitantes, ahora se consolida con casi 21.800, a la espera de que se vaya concretando el traslado de Arrocerías Herba a la Rinconada, con lo que se transformará en residencial una importante bolsa con escaparate al río y a la capital y del poco suelo libre que le quedará.
Porcentualmente, el crecimiento sanjuanero ha sido uno de los más altos de Sevilla en el último año, con el 1,70%, cuando la media de provincia estuvo en 0,40 en un ejercicio en el que la pérdida de población por los inmigrantes que volvieron a sus países o cambiaron de destino durante los años de la anterior crisis parece haber tocado fondo.
En lo que respecta a Mairena del Aljarafe, supera ya los 40.550 habitantes, al sumar 466 en un año, lo que supone un crecimiento por encima del 1%.
En la comarca del Aljarafe, supera ese porcentaje, entre otros, Bollullos de la Mitación (suma 144 vecinos, un 1,33% más) y se sitúa con más de 10.900. Bollullos forma además un importante polo de crecimiento en el segundo cinturón, junto a Umbrete, al otro lado de la A-49, que llega por primera vez a los 9.000 vecinos, 1,20% más que el año previo.
Otros núcleos de referencia en la zona, como Tomares y Coria crecen en la media de la provincia, en torno al 0,40%. La localidad ribereña roza ya los 31.000 vecinos. Bormujos supera el 0,95% y sobre pasa de largo por primera vez los 22.000 empadronados.
Por encima del 1%, en el Aljarafe también están Almensilla (que se queda cerca de los 6.200 vecinos, con un aumento del 1,6%) y Huévar (con un crecimiento porcentual de 1,50).
Nueva tendencia, a la espera de los cambios por la pandemia
También ha crecido por encima del 1% Castilleja del Campo, con 640 habitantes a 1 de enero de 2020, el municipio más pequeño del Aljarafe pero que, como algunos otros que hasta ahora venían perdiendo población, parecen que logran doblegar esta otra curva de la despoblación, a la espera de cómo influyan los cambios sociológicos por la pandemia y todo lo que ha conllevado, como la apuesta por el teletrabajo, que ha hecho que en algunas zonas rurales se esté notando a las claras como la población está aumentando, con segundas residencias que se ocupan durante más tiempo y propietarios que incluso se deciden a empadronarse.
Paradójicamente, por ejemplo, el mayor crecimiento porcentual de población se da en El Castillo de las Guardas, un 1,73%, en una de las zonas con menos densidad de población de la provincia, por su dispersión en 10 aldeas.
Estas cifras son de nuevo previas a la pandemia, cuando, según el gobierno municipal, los empadronamientos también han aumentado. También han conseguido doblegar una pérdida de población que se venía produciendo en los años previos, municipios como Castiblanco, El Madroño o El Ronquillo.
Si en la anterior oleada, 53 municipios perdían población, ahora sólo son 40. Eso sí, hay algunos de la Sierra Norte y la Sierra Sur que no logran contener la sangría como Almadén de la Plata, Las Navas, El Garrobo o Guadalcanal, Villanueva de San Juan, El Saucejo, El Rubio, Martín de la Jara o Marinaleda , entre otros.
Utrera roza los 51.000 vecinos ya sin El Palmar
A pesar de la segregación de El Palmar de Troya como ayuntamiento independiente (suma tres vecinos en su primer año con padrón propio), Utrera sigue creciendo. En concreto, ya roza los 51.000 habitantes, tercer municipio en población por detrás de Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra, con un aumento porcentual del 0,46, por encima de la media de la provincia de Sevilla, del 0,40.
Fuente: Diario de Sevilla