El todavía presidente de los Estados Unidos sigue sin reconocer su derrota electoral
La Administración Trump ha dado este lunes la señal más clara hasta la fecha de que el ganador de las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre fue Joe Biden y ha dado luz verde al comienzo del traspaso de poderes después de que los estados de Míchigan y Georgia certificaran los resultados, antes de la fecha límite del 14 de diciembre. El presidente, sin embargo, aún no ha admitido su derrota y no ha felicitado al ganador.
La directora de la Administración de Servicios Generales (GSA, en sus siglas en inglés), Emily Murphy, envió una carta a Biden en la que le designa formalmente como ganador aparente de la elección, lo que pone en marcha el proceso de transición: el equipo del presidente electo recibirá fondos federales, espacio si es necesario en los departamentos y autorización para que sus asesores empiecen a coordinar con los altos cargos de la Administración Trump el envío de información y datos para preparar el desembarco de su Gobierno.
Murphy se había negado durante más de dos semanas, desde que la mayoría de los grandes medios estadounidenses dieron a Biden como ganador el pasado 7 de noviembre, a dar ese paso. Desde el principio, Donald Trump ha defendido que él es el ganador de las eleccionesy que se ha producido un supuesto «fraude masivo» y un «robo electoral» para que Biden hay sido el vencedor.
«La decisión de hoy es un paso necesario para comenzar a abordar los desafíos a los que se enfrenta nuestra nación, incluido el control de la pandemia y la recuperación de nuestra economía», dijo en un comunicado el director del equipo de transición demócrata, Yohannes Abraham.
Críticas republicanas
Cada día que pasa, las posibilidades de que Trump dé la vuelta al resultado de las urnas son menores: no ha logrado ninguna victoria significativa en los juzgados y los estados decisivos –como fue el caso este lunes de Míchigan– han certificado que el ganador es Biden. Al mismo tiempo, los pesos pesados del partido republicano han empezado a abandonar a Trump. Cada vez más legisladores y altos cargos, que en principio reaccionaron con silencio a las acusaciones del presidente, han decidido reconocer a Biden como presidente electo o ganador aparente de las elecciones.
El senador republicano de Tennessee Lamar Alexander ha pedido repetidamente que Trump permita que comience el traspaso de poderes y el lunes instó directamente al presidente a que ponga «la patria primero» y acepte que se va a marchar. «Cuando te dedicas a lo público, la gente lo que recuerda es lo último que hiciste», dijo Alexander en un comunicado. Lo mismo hizo el también senador republicano Rob Portman, de Ohio, quien pidió este lunes a Murphy que autorice la cesión de fondos y recursos al equipo de Biden para que estos no pierdan tiempo en su respuesta a la pandemia.
Murphy, la funcionaria de Servicios Generales responsable de autorizar la transición, escribió en su carta: «Me tomo este papel con seriedad y, debido a las últimos acontecimientos relativos a demandas legales y certificaciones de resultados electorales, le transmito esta carta para poner a su disposición los recursos y servicios». En su misiva, Murphy denuncia haber recibido amenazas, tanto ella como su familia: «Frente a las amenazas, mantuve mi compromiso de hacer que se cumpla la ley».
Excusada por el presidente
El presidente Trump excusó a Murphy por su decisión, haciéndose eco de esas amenazas. «Quiero agradecerle a Emily Murphy, de la GSA, su firme dedicación y lealtad a nuestro país. Ella ha sido acosada, amenazada e insultada, y no quiero que esto le suceda a ella, su familia u otro empleados de la GSA», dijo el presidente en Twitter. En el interés del país, recomiendo a Emily y a su equipo que hagan lo que hay que hacer con respecto a los protocolos iniciales, y he dicho a mi equipo que haga lo mismo».
Murphy, sin embargo, quiso dejar claro en su carta que no recibió órdenes de dar luz verde a la transición: «Tomé la decisión de manera independiente, basándome en la ley y en los hechos disponibles».
Además de Míchigan, en los últimos días han certificado sus resultados Georgia y el principal condado de Arizona, y, además de Míchigan, estaba previsto que ayer lo hiciera Pensilvania, un estado clave donde el equipo legal de Trump se ha llevado otra derrota dolorosa este fin de semana. El mensaje de Trump estaba muy lejos de ser una concesión de la derrota y aseguraba que «continuaremos con la lucha y nos impondremos».
Fuente: ABC