- El Gobierno andaluz reconoce que el control será más lento que en primavera porque se permite más actividad
- Los picos de nuevos casos y hospitalizados se alcanzaron el 9 y el 10 de noviembre
En el Gobierno andaluz creen ya que la segunda ola de la pandemia está “estabilizada”. Las restricciones que llevan aplicándose desde el 10 de noviembre han permitido una “leve mejora” de la situación, pero en San Telmo consideran que todavía queda camino por andar. La contención del virus en este otoño es más lenta de lo que fue en primavera, cuando el confinamiento era total y es por ese motivo que el Ejecutivo apunta al mantenimiento de las medidas aprobadas hace diez días.
La prórroga del toque de queda ampliado y el cierre de la actividad no esencial no se puede dar por hecha, señalan fuentes cercanas al Gobierno, pero es lo más probable. La decisión se tomará el domingo, tras una nueva reunión del comité técnico presidida por Juanma Moreno, donde se podrá analizar el efecto de las restricciones en las dos semanas que se consideran necesarias para ello.
La curva y los esfuerzos por doblegarla fueron perennes en la conversación social durante la primera ola. Era habitual escuchar hablar del pico y la duda era cuando iba a quedar atrás. Los datos de esta segunda ola indican –o eso parece– que el cambio de tendencia ya se ha producido, al menos en dos de las variables que definen a esta pandemia: nuevos contagios, y hospitalizaciones.
La información de la Consejería de Salud y Familias, procesada por la web andalucíaendatos.es, coloca el pico de incidencia el pasado 9 de noviembre, cuando hubo 573 casos por 100.000 habitantes acumulados en los últimos 14 días.Ayer eran 516. En hospitalizaciones el hito se produjo al día siguiente, con 3.554 ingresados como consecuencia del Covid-19. Ayer eran 3.164. En cambio, en las UCI todavía no se vislumbra la reducción y tampoco en el número de fallecimientos diarios, que seguirá siendo abultado todavía durante varias semanas.
Medidas con vistas a relajar algo las restricciones en Navidad
Esta es la “leve mejoría” que el Gobierno andaluz quiere consolidar y hacer que se profundice, pero en la Junta son conscientes de que el proceso será largo porque hay mucha más actividad que en primavera. “Lo importante era parar la tendencia al alza”, apuntan las fuentes del Ejecutivo, que siguen mirando a las fechas navideñas no tanto para que sean normales, sino para que sea posible cierta movilidad y la economía pueda aprovechar la oleada de consumo propia de las fiestas. Lo que no habrá, aseguran, son “fiestas, reuniones, ni cotillones”.
El Ejecutivo de Juanma Moreno contempla con cierto temor el puente de la Inmaculada, en la primera quincena de diciembre, por lo que es más que probable que las decisiones que se tomen este fin de semana se extiendan más allá del 8 de diciembre. Los miembros del gabinete y sus asesores técnicos tienen en el recuerdo el efecto de puente del 12 de octubre, que llevó a Granada a la compleja situación en la que todavía sigue.
Es la provincia con la mayor incidencia acumulada del país, según datos del 18 de noviembre recogidos por el Instituto Carlos III del Ministerio de Sanidad, pero también es donde más se redujo ayer la incidencia de toda Andalucía como consecuencia de la dureza de las medidas aplicadas por la Junta, que mantienen cerrada toda actividad esencial durante todo el día y no sólo a partir de las 18:00, como ocurre en el resto de la región.
El domingo Moreno informará si se mantiene la situación o si las restricciones se endurecen o se flexibilizan, aunque los cambios no tienen por qué ser en toda una provincia. El objetivo de la Junta es ser “quirúrgicos” con las medidas, por lo que las decisiones pueden ser distintas en cada distrito sanitario en función de la evaluación de la pandemia. “El virus tiene vectores que cambian continuamente”, reconocen desde el Gobierno autonómico.
Estas mismas fuentes explican que ha habido contactos con el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso para saber cómo es posible el acusado descenso de la incidencia de la pandemia en la Comunidad de Madrid. Entre las razones contempladas está el alto nivel de inmunidad que se registra en la comunidad por la mayor expansión del virus en la pasada primavera si se compara con la situación en Andalucía. Por ese mismo motivo, los habitantes de Madrid, aseguran, también son más cautos, pues han visto más de cerca el efecto del Covid-19.
Fuente: Diario de Sevilla