La aplicación sería gradual en función del nivel de contagios por zonas y se mantendría la actividad comercial matinal en todo el territorio
La Junta de Andalucía baraja varios escenarios para aumentar a partir del lunes las medidas de contención de la pandemia. Siempre bajo dos premisas: asegurar que las restricciones se noten en pocas semanas en las estadísticas de contagios, y posteriormente en la presión asistencial que ahora amenaza a los hospitales, y evitar un cierre total de la actividad económica no esencial como se ha hecho ya en otras comunidades.
Entre las medidas que tienen más opciones, a la espera de la recomendación de los expertos, toma más fuerza la posibilidad de adelantar el inicio del toque de queda de las once de la noche a las siete de la tarde, paralizando la actividad comercial a partir de esa hora en las zonas más afectadas por la pandemia. A partir del lunes el Gobierno andaluz puede modular, flexibilizar o suspender la medida incluida en el decreto de estado de alarma del 25 de octubre, según la resolución del Gobierno publicada en el BOEel pasado 4 de noviembre.La claveEl objetivo es blindar la actividad económica entre las 7 y las 15 , las horas de mayor productividad
Jornada continua
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, apuesta en todo caso por adelantar la hora del cierre de bares y establecimientos comerciales si no se amplía el toque de queda. La clave de esta medida es que el 70% de la actividad económica se desarrolla entre las 7 y las 15 horas, por lo que ese horario estaría blindado frente a un eventual cierre.
A partir de esa hora, los técnicos ya trabajan en varias propuestas que se analizarán el domingo a partir de las 12.30 cuando se reúne el Comité de pandemia. En este foro, los datos se analizan distrito sanitario por distrito sanitario y a partir de ahí se toman las medidas.
La premisa de trabajo es que frenar la movilidad es clave para parar el virus que se mueve con la gente en la que está alojado. Pero hay que salvaguardar en lo posible la actividad económica aunque lo prioritario, está claro, es salvar vidas. La Junta quiere minimizar todo lo posible el impacto económico que supone otro confinamiento consciente que la capacidad económica de Andalucía es más débil que otras comunidades como País Vasco o Madrid.
El Gobierno andaluz es partidario de no tratar por igual a todas las provincias y de establecer los horarios de cierre de comercios y bares conforme a unas tablas de la misma manera que ahora pasa con los distintos niveles para los cierres perimetrales y los aforos en espectáculos públicos y las celebraciones privadas.
Moreno no quiere un confinamiento domiciliario pero le pide al Gobierno central que tome cuanto antes la decisión porque cree que, si al final nos van a encerrar, mejor hacerlo cuanto antes para que así se pueda salvar la campaña de Navidad. No vaya a ser que esperen tres semanas y, a partir de ahí, decreten el confinamiento por 21 días por lo que se daría al traste con la campaña de Navidad que supone el 30% de los ingresos para algunas empresas andaluzas.
No hay duda de que las nuevas restricciones se ampliarán o modularán, salvo súbito cambio de tendencia de la pandemia, hasta después del puente de diciembre para evitar repuntes en el período navideño. Las autoridades sanitarias consideran que todo lo que estamos sufriendo ahora tiene como origen el puente del 12 de octubre.
Como prueba lo ocurrido en numerosas localidad de las sierras de Huelva, Sevilla oCádiz en las que la huella del virus era muy sutil hasta que recibieron a los visitantes del puente. Los casos afloraron en poco menos de una semana. El alcalde de Aracena, Manuel Guerra, alertaba ayer del importante incremento de casos en su localidad y las pedanías de Carboneras, La Umbría y Valdezufre.
Pendientes de Madrid
Andalucía no pierde de vista los resultados de Madrid y sus restricciones. Aquella comunidad, en la que está bajando la tasa de incidencia, comenzó a limitar la movilidad en sus barrios con más incidencia, mantiene abierta la actividad y aplica cierres perimentrales cuando coinciden varios festivos, anunció nuevas limitaciones para este puente de la Almudena.
Ahora, la lupa andaluza está puesta en lo que ocurra en Granada, la provincia con peores registros y en la que antes se pusieron las medidas de limitación de la movilidad. Los datos no ayudan al optimismo. Este jueves, 26 de los 60 fallecidos por coronavirus en la jornada eran granadinos y los nuevos contagios volvieron a marcar, con Sevilla, los máximos de la comunidad en torno al millar de positivos. La provincia tiene una tasa de incidencia de 1.170 casos por 100.000 habitantes en 14 días. La tasa a 7 días (456)anuncia una leve mejoría.
Presión en los hospitales
El Hospital Clínico San Cecilio de Granada, ubicado en el Parque Tecnológico Ciencias de la Salud (PTS), ampliaba este jueves su plan de contingencia para habilitar más camas ante la presión de casos Covid. José Miguel Pérez Villares, jefe de Servicio de la UCI del Hospital Virgen de las Nieves considera que el sistema sanitario está «acercándose al colapso».
Mientras Andalucía incrementa el numero de pruebas de detección a las que incorporará un nuevo test dual de grupos y Covid y espera recibir en breve cinco Secciones de Vigilancia Epidemiológica (SVE) de la Armada de 30 rastreadores cada una, bajo el mando de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica, en Sevilla.
Fuente: ABC