Se «cayeron» la hidroxicloroquina y el remdesivir y se ha demostrado en un ensayo con 37.000 personas que reduce un 57 por ciento la mortalidad. La Junta va a iniciar una campaña en Andalucía para captar donantes que superaron la enfermedad
«Es la única herramienta terapéutica que tenemos hoy frente al Covid». Son palabras de Salvador Oyonarte, un reputado experto en Hematología y Hemoterapia que dirige la Red Andaluza de Medicina Transfusional, Tejidos y Células. Este científico andaluz, que forma parte del Comité Científico para la Seguridad Transfusional del Ministerio de Sanidad, del EID Monitor de la EBA (European Blood Alliance), del grupo de expertos del Consejo de Europa TS057 y TS100 y del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC), se remite a los resultados de las investigaciones realizadas en los últimos seis meses en todo el mundo.
«En un momento en el que se han ido cayendo los fármacos que se utilizaron en la primera ola de la pandemia como la hidroxicloroquina o el remdesivir, que se ha demostrado no tienen efectos beneficiosos, ya tenemos claro que el plasma, sin ser la panacea, es la única herramienta terapéutica que ha demostrado su efectividad frente al coronavirus».
Lo ha demostrado en Andalucía y el resto de España de una manera lenta, casi a cuentagotas, durante la pasada primavera, pero un ensayo clínico en Estados Unidos con plasma procedente de personas que superaron la enfermedad (plasma convaleciente o hiperinmune) ha sido el que lo ha puesto en evidencia de una manea incuestionable. «Los americanos han sido muy rápidos y la Clínica Mayo administró en Nueva York en una primera fase cinco mil plasmas comprobando que no había ningún caso con efecto negativo. Luego se amplió a 37.000 pacientes», cuenta Oyonarte.
Los resultados confirmaron la seguridad y al eficacia del tratamiento, las dos claves para que cualquier ensayo clínico derive en la aprobación de un medicamento o terapia autorizada. «El plasma no tuvo ningún efecto negativo y uno de los que se temía era que produciera un empeoramiento de la respuesta antiinflamatoria que trae la infección y que es la que acarrea más muertes, pero se demostró que la transmisión de plasma no producía este efecto -añade Oyonarte-. Lo que se demostró con estos 37.000 pacientes es que no sólo tenía efectos muy beneficiosos y reducía la mortalidad, el ingreso en UCI y la sintamotología del Covid-19 en un 57 por ciento».
El director de la red andaluza de transfusiones explica que «en el grupo de control de enfermos graves murió un 27 por ciento de los pacientes, mientras que en el grupo al que se administró plasma hiperinmune murió el 12-13 por ciento».
La reducción de la mortalidad aumenta mucho si se transfunde en fases tempranas de la enfermedad antes de 3 y de 7 días -explica Oyonarte- «y la otra condición que favorece esta mejora es que elanticuerpo sea de alto título y con capacidad neutralizante. Eso hizo que la FDA americana autorizó el plasma convaleciente para administrarlo en hospitales».
Se sabe que el plasma de personas que superaron la enfermedad se utilizó ya en la mal llamada gripe española de 2018 y 2019 y, posteriormente en el SARS1 en 2009 y el MERS en 2012. «En los virus respiratorios se producen siempre plasma con anticuerpos neutralizantes pero en el VIH (virus del sida) o la hepatitis C no existe este concepto de anticuerpo neutralizante», asegura este experto.Andalucía dispone de más de 800 dosis de plasma hiperinmune y ha tratado ya con buenos resultados a unos 180 pacientes con coronavirus
La Comisión Europea, que ha ido más despacio en la comprobación de los efectos terapéuticos de esta terapia que la Agencia del Medicamento y el Instituto de Salud de Estados Unidos, acabó aceptando la evidencia y ya a finales de agosto incluía al plasma convaleciente en una partida millonaria de emergencia contra el coronavirus. Aparte de la vacuna y de cierto material, fue la única herramienta terapéutica incluida en estas ayudas, aunque las indicaciones de su administración siguen circunscritas de momento a ensayos clínicos y los llamados estudios observacionales.
Ante el agravamiento de la pandemia en Andalucía, con cifra de hospitalizaciones y contagios que han superado ya a los de la primera oledada, la Consejería de Salud va a iniciar una campaña en toda la región para que donen sangre pacientes que hayan superado la enfermedad. Oyonarte explica que el mayor número de anticuerpos se produce a partir de los 28 días del diagnóstico y que «a más enfermedad, más anticuerpos».
La Red Andaluza de Medicina Transfusional, Tejidos y Células dispone de más de 800 dosis procedente de 679 donantes. Este banco de plasma hiperinmune podría incrementarse en las próximas semanas de forma notable.
Hasta ahora, según los datos facilitados por esta red, se han transfundido unas 180 dosis en Andalucía a pacientes con coronarvirus hospitalizados en la comunidad. Y su aplicación se ha multiplicado respecto a primera ola de la pandemia. «Muchos hospitales y clínicas privados están pidiendo plasma para tratar a enfermos Covid -dice Onoyarte- Si en abril sólo tratamos con plasma a 4 pacientes en Andalucía, 5 en mayo o 19 en en junio, ya en septiembre atendimos 45 y en octubre llevábamos 50 a mitad de mes».El uso profiláctico del plasma concentrado (gammaglobulinas) en personas con elevado riesgo es menos conocido pero sus resultados son también esperanzadores
Los plasmas que no se pueden transfundir a causa de su bajo número de anticuerpos se están utilizando para obtener gammaglobulinas específicas antiSARS (nombre del coronavirus que ha provocado esta pandemia). «Se trata una concentración de anticuerpos de muchos donantes para obtener un medicamento mucho más potente que el plasma hiperinmune. Las gammaglobulinas se utilizan contra otros virus y pueden utilizarase no sólo de forma terapéutica sino también profiláctica», explica Oyonarte.
Las gammaglobulinas podrían prevenir los efectos peores del coronavirus, incluso salvar vidas, y su uso profiláctico estaría indicado en personas que estuvieran muy expuestas a la enfermedad (por ejemplo, alguien que haya tenido contacto con un positivo) y que, de resultar infectadas, estarían preparadas para afrontar el virus con más posibilidades de éxito.
El Instituto de Salud de Estados Unidos (INH) ha abierto un ensayo clínico con gammaglobulina y Europa se plantea fabricarla con uso profiláctico, aunque con administración intramuscular, no intravenosa.
«Si una persona ha tenido contacto con un contagiado, se le puede aplicar la gammaglobulina como tratamiento. Si tiene ya fiebre, se puede utilizar el plasma hiperinmune, que es más eficaz en los primeros días de la enfermedad, cuando la carga viral sea muy bajita -explica Onoyarte- Se ha demostrado que el anticuerpo puede inhibir el virus en estos primeros estadios con mucha más facilidad. En cambio, si el enfermo está en la UVI ya tendrá anticuerpos y el plasma hiperinmune se puede utilizar como último recurso», cuenta Oyonarte.
Ése fue el caso del sevillano Juan Ignacio Valle, enfermero de Cardiología del Hospital Virgen del Rocío desde hace casi 40 años, que contrajo el coronavirus el pasado mes de marzo. Estuvo 35 días intubado con ventilación mecánica, sedado. Se le pusieron varios
tratamientos que no funcionaron y casi lo dieron por perdido; sin embargo, gracias al plasma sanguíneo de una persona que superó la enfermedad en Granada pudo salir adelante casi en el tiempo de descuento. Salió de la UCI el 1 de mayo con 16 kilos menos y se recupera en este momento de las secuelas de la enfermedad. Él fue el primer paciente con Covid-19 tratado con plasma hiperinmune en Andalucía. Ahora ya son 180.
Fuente: ABC