El recurso está equipado para poder ser usado como UCI y hospitalización por lo que se convierte en un recurso estratégico en tiempos Covid
La presión asistencial continuada derivada de esta segunda ola de la pandemia ha provocado la adaptación de la organización en el Hospital de Valme a otra dinámica contemplada en su Plan de Contingencia Covid. El objetivo, en pleno repunte de contagios e ingresos, es la respuesta tanto a los pacientes con coronavirus, cuya afectación requiere ingreso, como al resto de pacientes con otras patologías diferentes, en una de las áreas sanitarias de la provincia más castigadas por el coronavirus en ambas oleadas.
Con el objetivo de disponer de camas y garantizar más recursos, la adaptación a las nuevas necesidades asistenciales en los hospitales pasa por organizar su plan de cirugías. En este sentido, el Valme mantiene más del 90% su actividad quirúrgica, atendiendo toda patología urgente y oncológica, pediátrica y aquellas que no precisan ingreso hospitalario, viéndose reducida en menos de un 10% las cirugía programadas para pacientes con patologías no tumorales y que necesitan ingreso hospitalario.
EL HOSPITAL MANTIENE EL 90% DE SU ACTIVIDAD QUIRÚRGICA
La conciliación del mantenimiento de la actividad del Bloque Quirúrgico con la disminución de camas para cirugía programada no urgente ni oncológica, tiene entre sus estrategias la cirugía sin ingreso. En este contexto, el centro ha puesto en marcha durante el pasado fin de semana su nuevo Hospital de Día Quirúrgico, que constituye un recurso polivalente durante la pandemia, dado que la dotación de su infraestructura también permite utilizarlo como tercera UCI y espacio de hospitalización.
Este recurso, perteneciente al Bloque Quirúrgico, funciona en este hospital desde elaño 2013 habiendo dado cobertura desde entonces a 20.000 pacientes. A lo largo de sus años de funcionamiento se ha consolidado por su eficiencia al aportar una alternativa a la hospitalización convencional basada en al alta resolución y favorece la accesibilidad y el confort a aquellos usuarios que precisan de una cirugía, tratamiento o prueba médica mínimamente invasivos y en los cuales no es necesario el ingreso hospitalario. Su eficiencia permite disminuir la estancia hospitalaria a sólo horas para procesos quirúrgicos e intervenciones médicas ambulatorias por lo que se convierte en un recurso clave para reforzar de forma programada la respuesta asistencial con las máximas garantías de seguridad y calidad y a la vez se reconvierte en un recurso estratégico, dado que aporta un uso polivalente dependiendo de las necesidades de cada momento de la pandemia.
La dotación de su infraestructura le confiere versatilidad asistencial al poderlo utilizar como tercera UCI y como espacio de hospitalización. Las necesidades de atención para cuidados intensivos provocó en la primera oleada del Covid la transformación del anterior Hospital de Día Quirúrgico en una segunda UCI. Por el contrario, en esta segunda oleada esa segunda UCI se adaptó de forma anticipada y con carácter permanente; conformando un proyecto para un nuevo Hospital de Día Quirúrgico, ya operativo con el valor añadido de su potencial utilización en tiempos Covid.
Respecto a los usuarios beneficiarios de este recurso, su supervisor, el enfermero Pedro López Moraleda, destaca que los procedimientos que se atienden el Hospital de Día Quirúrgico son diferentes y se corresponden con diversas especialidades médico-quirúrgicas.
Este nuevo espacio, que ha contado con una inversión de 77.000 euros, se ha creado este nuevo espacio en las anteriores consultas de Cardiología. Está localizado igualmente en la primera planta, con acceso directo al Bloque Quirúrgico y adyacente al servicio de Cuidados Intensivos. Su distribución consta de 7 boxes (que pueden acoger hasta 13 camas), control de enfermería y zona de medicación, aseos, almacén, vertedero y office de enfermería.
Fuentes del centro afirman que estas nuevas instalaciones son «modernas y confortables» y se han acondicionado con solado y cuadro eléctrico renovados, incorporación de gases medicinales, puertas automáticas e iluminación led.
Esta nueva dotación se contextualiza con la eficiente planificación del Bloque Quirúrgico del Hospital de Valme llevada a cabo durante la primera oleada Covid, cuando no fue necesario diferir ninguna cirugía oncológica, no demorable o urgente dentro de una situación de enorme complejidad que requirió circuitos diferenciados y de un protocolo exhaustivo para salvaguardar la seguridad de pacientes y profesionales durante el proceso quirúrgico.
El esfuerzo del centro por mermar lo menos posible la actividad de los quirófanos por impacto del Covid lo constatan las más de 500 cirugías realizadas desde el día 16 de marzo y el 4 de mayo, fecha de máximo impacto por el Covid-19. En este balance se contemplaron patologías oncológicas y los procesos no demorables en la actividad programada, además de asumir las cirugías de urgencia y los casos de pacientes infectados por COVID-19 que no podían esperar.
Fuente: Diario de Sevilla
