La suspensión de cabalgatas de Reyes pone en jaque estos negocios que perderán casi la mitad de la facturación del año por las restricciones
Los ayuntamientos toman estos días la difícil decisión de suspender los cortejos de Reyes Magos para evitar concentraciones que puedan favorecer el contagio de Covid-19. En la provincia de Sevilla ya lo han hecho al menos cinco, con la capital a la cabeza y pronto le seguirá el resto. «Estoy convencido de que no se va a celebrar una sola cabalgata», dice con pesar Francisco Arias, gerente de la empresa Sarigabo, que cada año distribuye entre 200.000 y 300.000 kilos de caramelos para estos eventos. Sus almacenes de Salteras están repletos de mercancía, pero sabe que muy poco saldrá de las instalaciones la próxima Navidad. «Nadie me ha hecho encargo alguno. Era lo esperado tal como están las cosas y hay que asumirlo», indica.
Además de los caramelos, también es proveedor de otros productos como frutos secos y paquetes de snack, así como pequeños regalos para este tipo de eventos. «Hasta dos camiones de estos productos se venden cada año es un auténtico descalabro», se lamenta el directivo. El negocio de los Reyes Magos supone el 50 por ciento de la facturación de diciembre de la compañía. Admite que «por suerte hay muchas más cosas, pero también se están viendo afectadas, como la distribución en los cines o en los quioscos de prensa». «La prohibición de comer por la calle para evitar que la gente se quite la mascarilla nos genera un duro impacto, pero es necesario para prevenir la propagación del virus», señala Arias, que ve poca solución a corto plazo.«Nadie ha hecho un solo encargo de caramelos aunque todavía no hayan anunciado las cancelaciones»
Su sector es el más afectado por esta decisión de cancelar los cortejos. En este caso, la capital andaluza ha vuelto a ser ejemplo, siendo en una de las primeras en hacerlo. El Ateneo, que es la entidad que organiza la cabalgata del 5 de enero, ha tomado la decisión por responsabilidad. Su director, Manuel Sáinz, reconoce a ABC que «es muy duro por la ilusión que genera, mucho más que por la pérdida económica para los que se implican en su celebración. «Hay mucho trabajo voluntario, el mío propio, que me encargo de la dirección y no cobro nada por esto. Por suerte, contamos desde hace muchísimos años con un equipo entregado que se involucra por el cariño que le tiene a la cabalgata como Cirsa Renault, que nos presta los tractores, las escuelas de maquillaje o incluso las bandas de música, que nos ofrecen precios especiales», asegura. Los más afectados, según indica, son los artesanos de carrozas y las modistas, que en total suman nueve personas. Ellos sí lo van a tener más difícil este año, porque el desfile da para más de seis meses de trabajo. Son contratos y encargos que ser renuevan en verano y que se prolongan hasta finales de enero.
Entre esas diseñadoras está Eva Luna, que se encarga cada Navidad de los trajes de Reyes Magos, pajes y otros personajes que participan en la carrozas. Además de la cabalgata del Ateneo, recibe encargos de la de Camas y la de Guillena, declarada de interés turístico, que recrea escenas de un Belén viviente. «Para mí supone perder el 50 por ciento de todo lo que hago a lo largo del año», comenta. «Todo esto nos va a obligar a reinventarnos. Yo ya personalizo prendas y hago otros diseños, pero tengo compañeras que todo el trabajo le viene de las cabalgatas, la Feria y la Semana Santa».
«El coste económico es muy grande, pero también el emocional. Ves cómo viene la gente a probarse los trajes, llegan al taller con tanta ilusión, te preguntan tantas cosas. Va a ser muy duro no disfrutar de todo eso este año», se sincera esta modista, que sólo para el desfile del Ateneo hace más de una treintena de diseños. Por eso defiende la importancia de buscar alternativas para que Sus Majestades de Oriente estén presentes esta Navidad, aunque no haya lluvia de caramelos ni la gente pueda salir a la calle como antes.
Como era de esperar, tampoco habrá cabalgatas en los barrios. Los once distritos han ordenado cancelarlas ante las restricciones, siguiendo el ejemplo del Ateneo, que tomó esta drástica decisión hace casi dos semanas por responsabilidad. En este caso sí hay una mayor cantidad de profesionales que perderán ese ingreso, desde los artesanos que diseñan o actualizan las carrozas a los propietarios de tractores que los alquilan para este fin. «No son grandes cantidades, pero tal como están las cosas, sí podían resolver las fiestas a estas personas», señala a ABC Manuel Pérez, organizador del cortejo de Triana, el segundo más importante de la ciudad.«Perder las cabalgatas me supone el 50 por ciento de los encargos que me hacen en un año»
Esta cabalgata cuenta con generosos patrocinadores, pero recibe también una subvención fija del Ayuntamiento que suele rondar los 30.000 euros. «Con eso se pagan los vehículos, las bandas de música, el montaje y desmontaje de las veinte carrozas que suelen ir habitualmente y los caramelos y chucherías que se lanzan», comenta. Los principales afectados, indica Pérez, «son pequeños autónomos y empresas distribuidoras de caramelo y de decoración de carrozas. Nosotros llevamos ocho años trabajando con Planning, de Chiclana, que son los que ganaron el concurso y ellos han perdido este año nuestro encargo y el de otros eventos como la cabalgata del Carnaval de Cádiz». Pérez lamenta que muchos de estos profesionales se quedarán por el camino y considera que «el que tenga otra cosa podrá tirar, pero mucho nos tememos que habrá gente que no volverá a trabajar en la cabalgata de Reyes, porque buscará otros empleos».
Otras fórmulas
Lo que sí se mantendrá será la compra de juguetes para niños de familias vulnerables. De eso se encargarán las instituciones y asociaciones implicadas en la organización de los desfiles. Igualmente el organizador de la cabalgata de Triana está convencido de que «se podrá encontrar una alternativa para que los Reyes Magos lleguen a los barrios sin generar aglomeraciones. Aún no tiene la fórmula, pero no se rinde. «Tenemos un ejemplo muy cercano, que es el acto del Gran Poder. Si la hermandad pudo celebrarlo sin problemas, también podríamos hacer algo para alimentar esa ilusión que no se va a llevar por delante esta mandemia».
Fuente: ABC
