Vecinos del barrio denuncian un aumento considerable de personas que pasan allí la noche, con el problema de inseguridad y suciedad que eso supone
Desde que se levantó el estado de alarma el número de indigentes que pasan la noche en los soportales del mercado del Arenal ha ido en aumento. Lo habitual eran cuatro o cinco, pero hay días que superan la docena, como indican residentes y comerciantes,que ven por enorme preocupación este problema. «No hay mañana en la que abra la puerta y no me encuentre restos de orín y basura junto a las columnas. Ahora, además, que están haciendo una obra, aprovechan para entrar dentro y hacer ahí todas sus necesidades, a pesar de que hay un baño público en el mercado», se lamenta amargamente Carlos González, uno de los residentes del edificio situado justo encima de la plaza.
«Y no es sólo en el mercado, si sigues caminando por el barrio puedes comprobar que aprovechan cualquier espacio techado para pasar la noche», indica. Este ciudadano reconoce que «no es un problema nuevo, pero se va agravando». Hay veces en las que se pelean entre ellos e interviene la policía, que «sólo se limita a identificarlos, eso cuando tienen DNI, porque muchos carecen hasta de documentación», señala.
El asunto ya lleva tiempo en conocimiento del Ayuntamiento, pues el portavoz vecinal Roberto Pardo lo ha denunciado en reiteradas ocasiones, pero ya está alcanzando niveles «más que preocupantes», admite a este medio el propio Pardo. «Esta semana tenía una reunión con responsables del Distrito Centro y con el concejal, pero la hemos aplazado y ése será uno de los principales asuntos que tratemos». El presidente de la Asociación Torre del Oro admite que «muchos son extranjeros que proceden de países europeos y que terminan encontrando refugio en los soportales». «Los ves a partir de las ocho de la tarde cuando termina la zona azul en Adriano y toda la parte de Dos de Mayo ganándose algunos euros como gorrillas y los fines de semana es lo peor, porque están todo el día», comenta.
Pardo lamenta que el problema no es sólo del Arenal, se extiende por la Plaza Nueva, la Avenida de la Constitución y hasta por la calle Tetuán. «La indigencia ha crecido en el barrio de una forma extraordinaria, especialmente desde que se fueron los turistas cuando comenzó la pandemia de Covid-19. En el Arenal se nota quizá más porque es una zona muy despoblada y ahora que no hay visitantes, todo está vacío», indica. La plaza de abastos, que ya de por sí está bastante abandonada, también sufre estos problemas de suciedad. «Mira que es un mercado con buenas instalaciones, pero hay muchísimos puestos vacíos y no atrae a tanto público como el de la Encarnación o el de la calle Feria», asegura.
Varios vecinos del entorno, que han fotografiado a los indigentes durante la noche y han denunciado públicamente la acumulación de basura junto a las papeleras, temen que este aumento desmedido del número de personas que pasan allí la noche vaya a más y se le termine dando la puntilla a la plaza de abastos, que soporta a duras penas las consecuencias de la crisis sanitaria.
Fuente: ABC