La joven lleva tres meses fuera de su casa y espera recuperarla hoy
A las 9.00 de la mañana una empresa privada de seguridad ha organizado un dispositivo para desalojar a los okupas que se han instalado en el piso de Paola Mancilla, vecina del Tardón. La compañía Desocupación Legal, se ha ofrecido a realizar gratis el servicio tras la noticia adelantada por ABC. El gerente, otros dos trabajadores y un guarda de seguridad negocian con los moradores para que su salida sea lo más pronto posible.
A esta hora, el equipo aguarda la llegada de uno de ellos que dice estar en el juzgado, mientras otro de los ocupantes del inmueble sigue en el interior sin atender la llamada. Jaime, el responsable de la empresa, explica a este medio que todo el procedimiento es legal y «nunca se usa la violencia, salvo si es necesario para protegernos», pero que no es habitual.
La negociación y la persuasión son los métodos. Hace cuatro años que comenzaron a realizar este tipo de trabajos «ante la falta de respuesta que da la ley a este tipo de problemas», indica. Aunque este caso dice haberles alarmado, pues «no es corriente que se okupe la casa en la que reside otra persona, suelen ser pisos de alquiler, segundas residencias y propiedades de bancos».
Los problemas de esta joven de 24 años, que tiene al cargo una niña de dos, empezaron al principio del cuarentena cuando decidió alquilar una habitación en su piso de la calle Jacinto Benavente para conseguir algunos ingresos con los que ir aguantando hasta cobrar la prestación del ERTE. Ante su puerta se presentó una pareja con su hija menos que se instaló con ella y le abonó el primer mes.
Paola se vio obligada a marcharse de su casa, según explica, por la situación insostenible y tras una agresión de la pareja que denunció hace dos meses y durante todo este tiempo se ha alojado con amigos y algún familiar.
Estos primeros okupas le comunicaron que se marcharían a mediados de julio, pero cuando la residente legal fue a recuperar su hogar, encontró a otras personas que no conocía. Ellos le aseguraron que habían alquilado el inmueble a otras personas, pero carecían de contrato que lo justificara y así s ello dijeron a la Policía cuando la joven avisó.
Desde entonces intenta recuperar este piso, propiedad de su madre, que reside fuera desde hace algún tiempo.
Fuente: ABC