Confirman que realquilaron el piso a la primera pareja que lo okupó durante el confinamiento
Paola Mancilla al fin ha vuelto a su casa. En apenas veinte minutos los okupas que vivían en el numero 2 de la calle Jacinto Benavente, en el Tardón, han abandonado pacíficamente la vivienda y se han marchado. Lo han hecho sólo cuando ha mediado unaempresa privada de seguridad especializada en este tipo de desalojos, que se puso en contacto con la afectada tras la noticia publicada por ABC.
Sin oponer resistencia, tres personas han salido del inmueble, llevándose sus pertenencias, pero solo una ha hablado con los medios. Se llama Francisco y dice haber sido estafado. Confirma que el anterior inquilino le realquiló el piso por el que pagó por adelantado varios meses. Ahora asegura haberlo denunciado y disponer de un contrato que lo justifica.
El okupa se ha disculpado con Paola Mancilla al salir y le ha pedido que entienda su situación, porque dice ser también una víctima. La joven, entre lágrimas, ha tomado posesión de su vivienda y ha revisado las habitaciones. «Han tirado mis cosas, la ropa de mi hija y algunos muebles, pero lo material no es lo importante. Lo importante es que ya estoy aquí y he vuelto a mi casa y a la de mi hija», ha asegurado.
Admite que «no pensaba que podía ser tan rápido, creí que esta pesadilla no acabaría nunca, pero ya estoy aquí», ha señalado. Con su pequeña en brazos ha recorrido la habitaciones y ha ido comprobando cada detalle. «Ahora le daremos una buena limpieza y a empezar se nuevo», asegura. También cambiarán cerraduras y reforzarán las puertas de la calle y del patio para que no entren.
Paola no sabe si tomarán represalias, por eso estará acompañada por familiares y amigos durante un tiempo y procurarán no dejar sola la vivienda. Durante el dispositivo que ha organizado la empresa Desokupación Legal, ha permanecido junto a unos amigos que se han hecho cargo de la niña, de apenas dos años, que corretea ya por su casa. Con ellos ha estado también este tiempo desde que abandonó el piso tras la agresión de la pareja a la que alquiló una vivienda durante la cuarentena. Ese fue el principio de sus problemas, pues la convivencia fue conflictiva y terminó con una salida precipitada de la residente legal, que es hija de la propietaria.
El gerente de la compañía, Jaime Sanz, ha asegurado a ABC que «no se han resistido y han recogido todas las cosas con rapidez para dejar la casa libre». «Solo han pedido veinte minutos y se han marchado, pero nos han contado que también han sido engañados». Sainz les ha pedido el teléfono de las personas a las que realquilaron el piso y ha hablado con ellos. Recalca que su trabajo no ha terminado, pues va a intentar que les devuelvan el dinero. «Me han puesto excusas, pero lo vamos a conseguir», dice.
Tras atender a los medios, ha entregado a Paola Mancilla las llaves, que ya vuelve a disponer de su piso, al que llevaba tres meses sin volver.
Posteriormente ha pedido al guarda de seguridad que abandone la posición, pues ha acudido al lugar por si era necesario crear un control de entrada. «Es lo habitual, nos preparamos para todo, pero nunca usamos la violencia. Se negocia con los okupas y se les pide que se marchen con argumentos legales». También se ha dado de alta al personal en el Ministerio del Interior y se ha informado a la Policía Nacional sobre l intervención. Ese ha sido el primer paso antes de iniciar el desalojo.
Para al afectada ha sido «un auténtico alivio, porque desde hace tres meses no podía hacer uso de su vivienda, la única que tiene y de la que paga la hipoteca y los gastos. Poco a poco, volverá a la normalidad y a la rutina tras la pesadilla».
Fuente: ABC
