Juan Ignacio Valle fue el primero que lo recibió en Andalucía y a partir de él, gracias a sanitarios infectados de coronavirus que lo han donado, se ha aplicado con «resultados muy esperanzadores» a otros pacientes casi desahuciados
Juan Ignacio Valle, enfermero de Cardiología y Cirugía Vascular delVirgen del Rocío de Sevilla desde hace casi 40 años, fue el primer paciente de coronavirus en recibir plasma hiperinmune en Andalucía procedente de una persona contagiada en Granada que superó la enfermedad. Fueron los anticuerpos de este plasma el último recurso empleado por los profesionales que lo trataban en el hospital sevillano tras permanecer un mes en la UCI en el que fracasaron todos los tratamientos que se le pusieron y se le dio por desahuciado.
«Ese plasma me salvó la vida», reconoce Valle a ABC, que se recupera en su casa de las secuelas de la enfermedad que lo tuvo al borde de la muerte
e inmovilizado en una cama desde que a finales de marzo empezó a tener dolores articulares «como de una gripe normal». No era una gripe sino coronavirus lo que le produjo una neumonía bilateral y una estancia de 35 días en la UCI del Virgen del Rocío. Este enfermero tiene 60 años, gozaba de buena salud y no sufría ninguna patología reseñable antes de contraer el coronavirus.
Pero no fue solo la vida de Juan Ignacio Valle la que han podido salvar los «anticuerpos neutralizantes» que contienen la sangre de las personas que han padecido y superado la enfermedad. Más de veinte personas las han recibido hasta ahora dentro de una investigación clínica abierta en toda Andalucía y en el que han participado los hospitales Virgen del Rocío, Virgen Macarena, Valme y San Juan de Dios-Aljarafede Sevilla; los gaditanos Puerta del Mar, hospital de Puerto Real y hospital de Jerez; el Virgen de las Nieves y San Cecilio, en Granada; Torrecárdenas en Almería; y Virgen de la Victoria, Regional y Costa del Sol, en Málaga.
Aunque los médicos e investigadores andaluces se muestran cautos porque el ensayo sigue abierto (hay otros tres en Madrid, País Vasco y Cataluña) reconocen que los resultados son «muy esperanzadores», hasta el punto de que se están almacenando dosis de esta plasma hiperinmune en el Centro de Transfusión de Sangre de Granada para utilizarlas en caso de un posible rebrote en octubre de la enfermedad. Hace muy pocos días se enviaba una dosis a un hospital de Úbeda para un paciente con coronavirus.Se han congelado más de 400 dosis de este plasma en el Centro de Transfusión de Granada para utilizarlas en caso de un posible rebrote del coronavirus en otoño
El valor y la generosidad de los profesionales sanitarios que se mantuvieron desde finales de febrero en primera línea de combate frente al coronavirus en hospitales y centros de atención primaria (lo que les convirtió en el colectivo con más contagiados de España) la están demostrando de nuevo donando su plasma para salvar con su sangre las vidas de personas como Juan Ignacio. Más de doscientas lo han dado ya.
Salvador Onoyarte, director del Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Sevilla y de la Red Andaluza de Medicina Transfusional, Tejidos y Células, recuerda el caso de este enfermero. «Nos lo pidió el investigador principal del hospital Virgen del Rocío porque estaba en la UCI muy grave y había fallado todo lo que se intentó. A los quince días nos llamaron dándonos las gracias y diciendo que el plasma le había salvado la vida», cuenta a ABC.
Onoyarte, que participa en varios comités científicos nacionales e internacionales, recuerda los complejos requisitos de los ensayos clínicos y que «la Comisión Europea nos autorizó excepcionalmente a utilizar el plasma hiperinmune en un estudio observacional con la condición de que incorporáramos todos los datos de donantes y pacientes a una base de datos europea que permitirá sacar conclusiones clínicas que beneficien a todos los habitantes de la Unión Europea».
Rosario Mata Alcázar-Caballero, coordinadora médica del ensayo y de asuntos regulatorios de la Red Andaluza de Medicina Transfusional, Tejidos y Células, recuerda que se montó en un tiempo récord. «Estaban previstos 72 pacientes de 14 hospitales públicos de toda Andalucía pero no hemos llegado a esa cifra porque la enfermedad ha remitido antes de lo esperado y no ha dado tiempo de reclutarlos a todos. Aunque son pocos pacientes los que han participado y debemos continuar con la investigación, los resultados hasta ahora son muy esperanzadores. Algunos de los que recibieron el plasma han salido muy rápido del hospital y todos están ya recuperándose en sus domicilios. Todo ha ido muy bien y las sensaciones que tenemos son muy buenas», asegura a ABC.De las propiedades terapéuticas de los anticuerpos del plasma de personas infectadas se tenían indicios en otras epidemias anteriores y se han utilizado con otros virus como el del ébola. No han funcionado, sin embargo, con el del sida o la hepatitis C
Las propiedades terapéuticas de los anticuerpos del plasma de personas contagiadas con algunos virus no son nuevas. Ya se tenían indicios de ellas durante la mal llamada «gripe española» de 1918; posteriormente, con el SARS 1 de 2002 y 2003 o el MERS de 2012, los dos coronavirus precedentes del actual, hubo evidencia de que la tranmisión de plasma hiperinmune disminía la mortalidad. «También se utilizó en el caso del virus del ébola y de la gripe porcina, que nos visitó en 2009 sin que se produjeran muertes ni ninguna pandemia como la presente», cuenta Onoyarte.
No todos los virus generan, sin embargo, anticuerpos neutralizantes. Ni el sida (el VIH) ni la hepatitis C pueden ser tratadas con plasma de personas infectadas. Aunque el coronavirus y el virus de la gripe son muy distintos, tienen tienen la característica común de que generan «anticuerpos neutralizantes», la base del ensayo clínico que tan buenos resultados ha dado en Andalucía. «Con ellos hemos podido neutralizar y eliminar parte del virus con un principio muy antiguo y básico como es el de la inmunidad pasiva», recuerda el director del Centro de Transfusión de Sangre de Sevilla. La inmunidad activa que proporciona una vacuna tardará aún en llegar, lo cual revela la importancia que adquieren este tipo de tratamientos ante un eventual rebrote en otoño de la enfermedad.
En el ensayo clínico realizado en distintos hospitales andaluces han participado 20 donantes andaluces, casi todos sanitarios, que superaron la Covid-19. Se les extrajo 600 centímetros cúbicos de plasma que se dividió en dos bolsas de 300 centímetros cúbicos cada una. Esta última es la dosis que se ha transfundido a cada paciente. La mayoría estaban hospitalizados pero había indicios médicos de que acabarían en UCI.
En total, son 219 las personas que han donado ya plasma hiperinmune en Andalucía, de la que podrán beneficiarse 438 pacientes. El plasma mantiene su efectividad durante tres años, según todos los estudios y se conserva en el Centro de Transfusión de Sangre de Granada.
Los donantes de plasma hiperimune fueron escogidos entre las personas con más síntomas de coronavirus, aunque no hubieran precisado de hospitalización. «Se sabe que a los 14 días de dejar de tener síntomas ya no se tiene el virus y nosotros lo estamos extrayendo no a los 14 sino a lo 28 días para asegurarnos de que cogemos el pico de anticuerpos. Nos interesan los anticuerpos neutralizantes, que van aumentando desde que se produce la infección y que adquieren su máxima carga a los veintiocho días. Es el plasma más efectivo contra el virus», destaca el director del Centro de Transfusión de Sangre de Sevilla.219 personas, la mayoría sanitarios contagiados, han donado su plasma. De él podrán beneficiarse 438 pacientes en estado precoz o avanzado de la Covid-19
Para el ensayo clínico se seleccionó a donantes con dos PCR negativo y han podido hacerlo casi cada semana (incluso en tres semanas consecutivas) porque se realizó la extracción por aféresis y se les repuso la hemoglobina.
«La inactivación del plasma de pacientes convalecientes de la infección puede hacerse de distintas formas, pero nosotros usamos un método basado en la luz ultravioleta que actúa sobre la rivoflavina (vitamina B2), que inactiva los agentes causantes de la enfermedad», explica Rosario Mata. Este proceso se realiza en la Unidad de Producción y Reprogramación Celular de Sevilla.
«Intentamos poner el plasma al principio de la enfermedad, cuando no tiene una carga viral alta para que sea más efectivo, aunque el comité científico del Ministerio de Sanidad ha permitido también que se utilice en enfermos en estado muy grave», comenta Onoyarte. Una parte de los plasmas hiperinmunes se está aplicando a pacientes inmundodeprimidos o con una enfermedad oncológica, principalmente linfomas, que se están tratando con inmunoterapia; y también a personas que están en la UCI con las que han fallado todos los tratamientos. C0n todos ellos ha funcionado.
Fuente: ABC