El monumento está muy deteriorado y no se ha intervenido en él desde el año 2000
El Huevo de Colón es un monumento condenado al expolio prácticamente desde que fue levantado en San Jerónimo. Apenas habían transcurrido tres años de su inauguración cuando comenzaron a perderse las planchas que recubren la estructura de dimensiones titánicas. La obra de bronce ha sido víctima del saqueo continuado durante décadas. La imagen que presenta actualmente confirma ese progresivo deterioro.
La última vez que los vecinos ponían el grito en el cielo corría 2012. La Delegación de Urbanismo, dirigida entonces por el edil popular Maximiliano Vílchez, ordenaba colocar una valla metálica para complicar el acceso a la parte más vulnerable del monumento. Ésta se sitúa en la estructura –el llamado huevo– que recubre la estatua del almirante genovés, compuesta por una capa principal de acero y otra auxiliar forrada de una chapa de cobre.
Esa valla era una medida provisional a la espera de poder acometer una restauración integral que a día de hoy no ha producido. El Consistorio anunció entonces que repondría las planchas que habían sido robadas y se daría un lavado profundo de cara a la gigantesca estatua. Pero nueve años después, la falta de intervención está agravando los problemas de deterioro.
Aunque popularmente se le conoce como Huevo de Colón, la obra tiene nombre: «El nacimiento del nuevo hombre», y está firmada por el artista ruso Zurab Tsereteli. Fue donado por el Ayuntamiento de Moscú a la ciudad de Sevilla a raíz de la celebración de la Expo 92.
La única gran intervención que ha acometido es del año 2000. Sólo habían transcurrido cinco años desde la inauguración del monumento, al que ya le faltaban más de 500 metros cuadrados de planchas del preciado cobre; un material cuyo precio se disparó hace unos años.
Vía: ABC
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