Las defunciones de estas ocho semanas superan las registradas en cualquier bimestre que se considere de la contienda
El coronavirus ha sembrado más muerte en España que la Guerra Civil. Circunscrito a un periodo de dos meses, no hay otro momento de la historia de España con tantas muertes como el que acabamos de atravesar. Hay que remontarse a la epidemia de gripe de 1918, la conocida como “gripe española”, para encontrar más defunciones en un periodo tan corto como ocho semanas que las ocurridas este año.
La mortandad en España durante los meses de marzo y abril es la más alta en el último siglo, de acuerdo con los datos provisionales que recopila el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) publicados por el Instituto de Salud Carlos III. La cifra de fallecimientos superará
muy probablemente, cuando se conozcan los datos definitivos, cualquier otro bimestre de la serie histórica, incluidos los de la Guerra Civil o los años del hambre de la inmediata posguerra.
De acuerdo con el Centro Nacional de Epidemiología, las defunciones observadas entre el 17 de marzo y el 2 de mayo son 81.958, con un exceso de 30.396 fallecimientos sobre las defunciones estimadas conforme a la estadística. Entre el 1 de marzo y el 30 de abril de 2020, la cifra de fallecidos en España es de 98.593 según las cifras que maneja el MoMo. Casi cien mil compatriotas muertos en solo dos meses es una mortalidad superior a la ocurrida en plena Guerra Civil.
Series históricas
Estas cifras son provisionales, tomadas del reporte de los registros civiles informatizados (aproximadamente el 92% de cobertura de la población española) que pueden acumular un retraso tipo de siete días, por lo que los datos aquilatados de finales de abril no estarán disponibles antes de mediados de esta semana. La cifra oficial, en todo caso, es la que marca el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Cotejando las series históricas del INE se llega a la conclusión de que la mortandad de estos dos meses de marzo y abril es la mayor ocurrida en nuestro país en los últimos cien años, sólo por detrás de los datos de la llamada gripe española en 1918. Los números brutos que deja la pandemia del coronavirus son superiores a los de cualquier bimestre que se considere en la serie histórica del último siglo y de todo el siglo XX, salvo el excepcional trimestre de 1918. No así las cifras relativas, porque la población española estaba por debajo de los treinta millones de habitantes durante la primera mitad del siglo pasado.
En 1918, la epidemia de gripe comenzó a mostrar su rostro más trágico en septiembre, donde hubo una súbita alza de casi nueve mil fallecimientos hasta totalizar 53.076 muertes. Lo peor llegó en octubre, en pleno pico del brote de gripe con 163.422 defunciones, una cifra estratosférica en todos los registros nacionales, se mire por donde se mire. Noviembre aflojó algo con 96.205 muertes y diciembre volvió a cierta normalidad con 50.222 fallecimientos. En total, 1918 se despidió con 695.758 muertes, casi un 80 por 100 más de lo que venía siendo habitual.
Acudiendo al detalle de los meses, se observa con mayor precisión la profundidad de la herida mortal que ha supuesto el coronavirus para la sociedad española. Entre julio y agosto de 1936, con el alzamiento militar que derivó en la Guerra Civil, la cifra de muertos que arroja el movimiento de la población es de 78.108 muertos, según consta en los anuarios estadísticos publicados por el régimen franquista en 1943 «dispuestos ya en forma depurada y completa los datos demográficos nacionales que forman el servicio denominado ‘Movimiento natural de la población’ de los años 1933 a 1940». La cifra de fallecidos por el coronavirus supera en 20.000 el número de los dos primeros meses de la contienda fratricida.Cotejando las series históricas del INE se llega a la conclusión de que la mortandad de estos dos meses de marzo y abril es la mayor ocurrida en nuestro país en los últimos cien años
Durante la Guerra Civil, los dos meses con más fallecimientos se acumulan en el invierno de 1938, que se distinguió por su crudeza, con temperaturas mínimas que cayeron por debajo de los 20 grados centígrados negativos durante la batalla por el control de la ciudad de Teruel entre diciembre de 1937 y enero de 1938. Ese mes, murieron en España 46.985 personas de todas las edades y por todas las causas. En febrero, la cifra alcanzó 41.977 fallecidos y en marzo, 43.020 muertos, componiendo el trimestre más trágico de la contienda. Pero ni siquiera la suma de muertes anotadas en los dos primeros meses de 1938 alcanza la de este año.
El otro pico durante la guerra se dio entre diciembre de 1938 y enero de 1939, en el que se totalizaron 92.692 fallecidos por todas las causas de defunción, incluidas las derivadas del conflicto bélico. Pero tampoco esa cifra supera la de esta primavera trágica. Ni siquiera la de la hambruna de 1941 puede compararse: en enero y febrero (los meses de frío son más letales que el resto del año) de ese año, perdieron la vida 91.720 españoles.
Después de cinco años por encima de las 400.000 muertes al año, las cifras volvieron a su ser, por debajo de ese número fatídico, a partir de 1942. Los inviernos -diciembre y enero, principalmente- siguieron siendo los meses del año con más fallecimientos. En toda la serie histórica que ofrece el Instituto Nacional de Estadística, destacan los meses de enero y febrero de 1951 que sumaron 93.818 defunciones sin ninguna causa extraordinaria conocida. Aun así, el pico de marzo y abril de 2020 supera este tope de mediados del siglo pasado.
La primavera mortal de este año también tendrá su impacto en el crecimiento vegetativo. En marzo y abril de 2019, según los datos provisionales del INE, la cifra de nacimientos sumó 29.010 y 28.297 alumbramientos, respectivamente. Nada hace pensar que se hayan superado estas cifras en el ejercicio presente, toda vez que la estadística de nacimientos viene declinando alrededor de un 5% anual. Grosso modo, el desfase entre españoles que han muerto y españoles que han nacido en esta primavera trágica será superior a 40.000, una enormidad que lastrará el crecimiento vegetativo de todo el año 2020.
Vía: ABC