En tiempos de coronavirus, todos quieren protegerse y mantener la distancia de seguridad. Por eso en las últimas semanas se ha disparado la demanda de mamparas de protección.
Peluquerías, pequeños comercios, oficinas, restaurantes… son muchos los negocios que han decidido poner estas separaciones como barrera anti contagio. Unos para la actividad comercial que han reanudado y otros para la que piensan reanudar. El pasado lunes, por ejemplo, casi todas las peluquerías que han abierto, lo hacían con mamparas puestas entre lavacabezas o en la entrada del establecimiento. Y los bares, que podrán abrir a partir del próximo lunes, también las están buscando ya para instalarlas en sus negocios.
Por eso los empresarios del sector están aprovechando el momento. Ya que no se venden muebles u otro tipo de mamparas, la venta de las mamparas está sirviendo para mantener activo a un sector parado desde que estalló la crisis del coronavirus.
Vanesa Muñoz, presidenta de la empresarias sevillanas y propietaria de una empresa que fabrica mamparas de baño, Hispabaño, ha reconvertido su negocio y, a la espera de que lleguen tiempos mejores, se está dedicando a hacer estas mamparas. «Esto nos permite volver a reactivarnos», admite.
Según explica, está recibiendo muchas peticiones, sobre todo de presupuestos, para elaborar las mamparas para todo tipo de establecimientos. Sin embargo, según Vanessa Muñoz, el problema al que se enfrentan es que no hay aún regulación sobre cómo deben ser estas mamparas ni de qué material deben estar hechas.
«El Gobierno debería sacar un pliego con los requisitos técnicos para la fabricación de estos productos y los materiales de los que deben estar hechos», explica la empresaria.
Las más vendidas
De hecho, las que más se han vendido al principio eran las de metacriltato aunque según los expertos, las mejores son las vidrio templado. Porque el metacrilato es un material que no resiste y se rompe enseguida. Como además, debido a la situación de alarma sanitaria, se están limpiando con lejía y otros potentes desinfectantes, eso provoca que se rompan con facilidad. Por eso ellos recomiendan las de vidrio templado.
Otra empresa que se dedica a hacerlas es Sabín Montero, cuyo propietario Francisco Sabín, confirma este boom y que las están quitando de las manos desde hace dos semanas. Ellos, que se dedicaban a hacer instalaciones comerciales y mobiliario de oficina, no paran de recibir pedidos. Han lanzado una línea de metacrilato y otra de vidrio templado y ya han agotado las existencias.
Se las piden, según dicen, de peluquerias, clínicas y todo tipo de comercios. «Tenemos capacidad para hacer 200 ó 300 a la semana y estamos trabajando a destajo», dice. Desde Aislux Andalucía, una empresa dedicada al suministro de metacrilato y policarbonato compuesto, ambos materiales para construir las mamparas, confirman que se ha disparado la demanda. «Hay escasez pero ahora nos llega un trailler. Nos lo están pidiendo hasta particulares», dicen los proveedores.
Vía: ABC
