- El estrés, la ansiedad y la incertidumbre son las principales causas que alteran la calidad del sueño
- Los expertos recomiendan limitar la siesta a 20 minutos, recibir 2 horas de luz solar al día y evitar el uso excesivo de los dispositivos móviles
El confinamiento ha alterado el día a día de la población, en especial, el ritmo de sueño. El estrés, la ansiedad y la incertidumbre son las principales causas que alteran la capacidad de dormir correctamente, hasta el punto de provocar malestar, cansancio crónico, insomnio e incluso alteraciones en el bienestar emocional.
El confinamiento ha provocado un debilitamiento de los sincronizadores del reloj interno, encargado del ciclo vigilia-sueño, y como consecuencia, de nuestro sueño, aclara la doctora Paula Giménez Rodríguez, directora de la Unidad Multidisciplinar de Sueño de la clínica HLA Vistahermosa. Factores como una menor exposición a la luz, la pérdida de horarios regulares y el desarrollar todas las actividades en un mismo espacio físico, favorece a que se acentúen los problemas de sueño, añade.
Bajo la dirección de la doctora Giménez, el Grupo ASISA ha puesto en marcha una iniciativa para informar y aconsejar a la población sobre los problemas de sueño durante el estado de alarma. El proyecto pone el énfasis en una serie de pautas que pueden ayudar a conseguir un mejor descanso y a reducir los problemas asociados a esta nueva situación.
- Establecer unas rutinas. Es importante cumplir un horario fijo a la hora de levantarse y acostarse, de hacer las comidas principales, de trabajar y de ocio.
- Exposición a la luz, especialmente en las primeras horas del día. Es recomendable que las personas que tienen un balcón o terraza intenten pasar, al menos 2 horas por la mañana, para que esta luz sincronice su reloj biológico y favorezca el descanso nocturno. Si no es posible, se debe intentar teletrabajar cerca de una ventana para al menos recibir luz natural.
- Hacer siestas cortas. Es fundamental limitarlas a 20 minutos o directamente evitarlas. En el caso de hacerlas, es recomendable no realizarlas pasada la media tarde.
- Realizar ejercicio físico. Hay que intentar establecer una rutina diaria de ejercicio, siempre evitando las horas previas al sueño.
- Limitar o evitar el uso de dispositivos móviles. Especialmente en las horas previas al sueño ya que estos nos alertan, estimulan y hacen que los descansos sean más pobres.
- Evitar pensamientos o noticias preocupantes. En torno a la situación que estamos viviendo en las horas previas al sueño.
- Ritual de relajación previo al sueño. Un ritual de relajación que incluya una lectura monótona, favorecerá la conciliación del sueño y ayudará en el descanso nocturno.
Vía: Diario de Sevilla