Los servicios sociales del Ayuntamiento de Sevilla y las Cáritas parroquiales (Blanca Paloma, Candelaria y Santa Teresa) de la zona desfavorecida de Tres Barrios-Amate se han visto “desbordados” para atender las necesidades urgentes de las familias de Los Pajaritos, Las Candelarias, Madre de Dios y Santa Teresa, los principales barrios de este sector uno de los más pobres de la capital. Así lo ha denunciado este lunes la plataforma de entidades de Tres Barrios-Amate. El Ayuntamiento ha convocado una reunión esta semana con las entidades que trabajan en esta zona para ver cómo coordinar la ayuda que está llegando y qué necesidades siguen sin cubrir.
SU PORTAVOZ FERNANDO ARMAS LAMENTA “EL RETRASO GENERALIZADO” QUE HAY PARA DAR A LAS FAMILIAS EN APUROS LOS BONOS QUE GESTIONAN LOS SERVICIOS SOCIALES DEL AYUNTAMIENTO JUNTO CON CRUZ ROJA PARA COMPRAR PRODUCTOS DE PRIMERA NECESIDAD EN LOS SUPERMERCADOS
Su portavoz Fernando Armas lamenta “el retraso generalizado” que hay para dar a las familias en apuros los bonos que gestionan los servicios sociales del Ayuntamiento junto con Cruz Roja para comprar productos de primera necesidad en los supermercados. “Hay familias que tardan hasta dos semanas en recibir estos bonos desde que llaman al Ayuntamiento. Otras ni siquiera logran contactar y otras cuentan que sí les llega pronto esa ayuda. El Ayuntamiento no está actuando con la rapidez que se necesita”, lamenta el portavoz de la plataforma ciudadana de esta zona con graves carencias.
Ese retraso de la ayuda social urgente también lo ha denunciado esta semana la Red de Apoyo Mutuo vecinal Ramucaque llega a 24 zonas de la ciudad y a Bormujos.
La concesión de los bonos de servicios sociales y Cruz Roja requiere estar empadronado en Sevilla y su cuantía varía entre los 60 euros como mínimo y los 180 euros como máximo, según la cantidad de miembros de la familia. Eso supone que queda fuera la población migrante sin papeles que abunda en estas barriadas.
Por eso otro brazo esencial de ayuda para esta zona procede de Cáritas, que ha recaudado dinero para atajar las necesidades básicas. Muchos de los atendidos en sus tres parroquias (Blanca Paloma, Candelaria y Santa Teresa) son migrantes sin papeles, sobre todo latinos y marroquies, que viven en sus pisos y no pueden acogerse a los bonos de alimentos del Ayuntamiento y Cruz Roja al no estar empadronados. Según Cáritas, en este mes de confinamiento han atendido a unas 600 familias, en su mayor parte a migrantes sin papeles, y también a otras empadronadas que complementan con esta ayuda el bono que reciben del Ayuntamiento y Cruz Roja. Y eso sin contar las nuevas peticiones de urgencia.
La ayuda de Cáritas se tramita bien con dinero en efectivo ingresado en cuentas bancarias directamente para comprar o, si no es posible, se cita a las familias para recoger bolsas de comida o vales que se reparten en las parroquias. “El 90% de las ayudas las gestionamos por teléfono, nos envían la documentación y cuentas bancarias a través de whatsapp, para no romper el confinamiento, pero hay personas que acuden directamente a la parroquia a recoger las bolsas de comida o vales”, explica Armas.
Otra atención que se ha activado en los colegios de la zona es ampliar la alimentación diaria en comedores a los escolares a los que no llegaba la ayuda del plan Syga de la Junta y del Ayuntamiento. Son alumnos para los que el comedor era gratuito por su situación familiar.
La asociación Hermanamiento de los Pueblos del Mundo también atiende con su catering social desde el Cerro a familias de Tres Barrios-Amate.
Armas recalca que la zona necesita de la coordinación de toda esta ayuda por parte del Ayuntamiento y también se necesita aumentarla y planificar la atención social en esta zona castigada cuyos habitantes sobrevivían con empleos informales y precarios (servicio doméstico en casas, camareros sin contrato, venta de chatarra, venta de flores en la Feria, aparcacoches…) y se han quedado sin nada. Y aquellos que conservan el trabajo se han visto afectados por un ERTE y no cobrarán parte de su sueldo hasta mediados de mayo.
Vía: Diario de Sevilla