España sufre uno de los peores brotes de coronavirus. En la fase exponencial los muertos se doblaban cada pocos días: pasaron de 10 a 200 en una semana y de 200 a 1.400 la siguiente. Ese crecimiento se ha contenido y la clave ahora es la tendencia: ¿seguirá frenándose?
El gráfico muestra la evolución del número de muertos en España y otros países desde el inicio de cada brote. La escala puede elegirse lineal o logarítmica (donde la distancia de 1 a 10 es igual que de 10 a 100), pero esta captura mejor la naturaleza de una epidemia: se multiplica.LogarítmicaLineal
Evolución de fallecidos en España, Italia, Corea del Sur, EE UU, R. Unido y Alemania.
Al principio del brote muchos países ven cómo los fallecidos (y los casos confirmados) crecen de forma exponencial. Es fácil observarlo en el gráfico logarítmico, porque en ese caso la línea del país sigue una trayectoria recta: la pendiente de esa recta marca el ritmo del crecimiento e informa de con qué velocidad se duplican los casos (cada dos, cuatro o seis días). En España, al principio los fallecidos se doblaban muy deprisa, pero a partir de la segunda semana su curva comenzó a aplanarse. El objetivo es lograr que se aplane un poco más cada día.
👉 ¿Por qué cifras de fallecidos? Esas cifras tienen el inconveniente de que llegan con retraso, dado que las muertes tardan en producirse dos o tres semanas desde el contagio. Son una métrica que, en cierto sentido, nos hablan del pasado de la epidemia. Pero su ventaja es que, aunque no sean datos perfectos, son un registro más preciso que el de casos confirmados.
👉 ¿Por qué cifras de casos confirmados? Al juzgar las cifras de casos confirmados hay que recordar que estamos midiendo dos fenómenos al mismo tiempo: el aumento real de infectados y la capacidad de detectarlos por parte de las autoridades. Sabemos desde hace semanas que las infecciones que se detectan son solo una fracción del total, quizás menos del 10% (I, II). La ventaja de las cifras de casos es que no tienen el retraso de las cifras de muertes.
El ritmo de la epidemia
Los siguientes gráficos muestran el ritmo del brote. El primero representa el número diario de muertes y casos confirmados. Esos números crecieron muy deprisa al principio. Luego han tendido a estabilizarse. Es donde queremos encontrar un pico —un peor día que dejar en el pasado— y después una reducción lo más rápida posible.FallecidosConfirmados
Fallecidos diarios en España, Italia, Corea del Sur, China, EE UU, R. Unido y Alemania.
La curva de España (como la de Italia) está aplanándose y podría estar cerca de ese pico. Pero cuando ese momento llegue, hay que estar preparados para ver una meseta: las cifras de muertes diarias podrían quedar planas en cifras altas durante bastantes días. Es lo que vimos en China, donde el número de fallecidos se mantuvo dos semanas en un máximo de entre 100 y 150.
El número reproductivo (R) es otra métrica para seguir el ritmo del virus. Es posiblemente la mejor, especialmente cuando la epidemia crece exponencialmente. Este número estima a cuántas personas contagia, en media, cada infectado. En Europa se ha estimado que ronda un valor de 3 en ausencia de medidas especiales (según este trabajo o este otro). Las medidas de distancia social y confinamiento buscan reducir ese número. Si baja de 1 (es decir, si cada infectado contagia a menos de una persona) el brote entra remisión y acaba desapareciendo, al menos temporalmente.FallecidosConfirmados
Número reproductivo (R) en España, Italia, Corea del Sur, China, EE UU, R. Unido y Alemania.
También es útil observar la evolución del tiempo de duplicación. Esa variable mide cada cuántos días se duplican los fallecidos (o los casos confirmados). Es un dato que también ha mejorado: al principio los muertos se doblaban cada dos o tres días, pero la frecuencia se reduce desde que el brote dejó de estar en fase de crecimiento exponencial.FallecidosConfirmados
Tiempo de duplicación (días) en España, Italia, Corea del Sur, China, EE UU, R. Unido y Alemania.
Las curvas de cada autonomía
Los primeros brotes en España fueron los de Madrid, País Vasco, La Rioja y Aragón, donde se concentraron casi el 90% de los fallecidos en las dos primeras semanas. El virus se ha expandido rápidamente al resto de regiones y sigue creciendo en Cataluña, Castilla-La Mancha y Castilla y León.
El gráfico muestra la evolución de muertes y casos confirmados en cada comunidad. Como explicamos más arriba, es útil monitorizar tanto los fallecidos como los positivos.FallecidosConfirmados
Fallecidos acumulados (en escala logarítmica) en cada comunidad autónoma y el resto.
El ritmo en cada autonomía
También en las comunidades se puede seguir el ritmo del brote. En el gráfico se muestra, para muertes y casos confirmados, el nuevo dato diario y su evolución.FallecidosConfirmados
Fallecidos diarios en cada comunidad autónoma y el resto.
El tiempo de duplicación de las comunidades ha oscilado en los primeros días de la epidemia. Si aumenta, es una señal de que el brote crece a un ritmo menor.FallecidosConfirmados
Tiempo de duplicación (días) en cada comunidad autónoma y el resto.
La letalidad del virus
La letalidad del virus es considerable. Ha muerto el 9% de los españoles que sabemos con certeza que han contraído la enfermedad. A ese número se le conoce a veces como tasa de letalidad cruda (“CFR”), pero la letalidad real será muy inferior. El motivo es la indetección: hay personas que enferman de Covid-19 pero nunca se contabilizan, porque no tienen síntomas o son casos leves que nunca llegan a testarse. No sabemos cuánta gente está infectada. Pero los expertos estiman que el porcentaje de infectados que mueren por Covid ronda el 0,66% (IFR, Imperial College).
En el gráfico siguiente se muestran las tasas de letalidad bruta para varios países.
Ahí se observa, por ejemplo, que esa cifra ha tendido a crecer con el tiempo, porque las muertes van siempre unas semanas detrás de las infecciones. Pero también es evidente la importancia de los test: los países que están haciendo pruebas de forma masiva tienen letalidades más bajas, seguramente porque detectan más infectados.
No es una gripe
Los datos dicen que el coronavirus es más contagioso y más letal que la gripe, que se estima que mata al 0,13% o 0,16% de los enfermos (CDC, ECDC). Además, el nuevo virus añade otro problema: la falta de inmunidad. Nos lo explicó García-Sastre: “Nadie la tiene contra este virus, así que va a infectar a mucha más gente que la gripe estacional, lo cual hace que incluso si tiene la misma letalidad que la gripe, los casos absolutos serán mucho mayores, y eso va a suponer un reto al sistema hospitalario.”