Hay nervios, tensión y estrés. Los profesionales de las Urgencias de los hospitales sevillanos viven sus peores días por una crisis sanitaria sin precedentes que deja ya cuatro muertos, casi 300 contagios y más de 120 ingresos hospitalarios en la provincia.
Con semblantes serios y manteniendo las distancias entre ellos y con los pacientes, el personal sanitario afronta cada día su jornada laboral en el “principal foco de contagio” del coronavirus, “sin los medios de protección adecuados” y con protocolos de actuación “nuevos cada día”.
No obstante, tanto profesionales como organizaciones sindicales aseguran que los hospitales de Sevilla cuentan, de momento, con los “recursos suficientes” para garantizar la asistencia, pero avisan “va a ser necesario mucho personal, muchos respiradores y mucha cama de UCI para lo que se espera”.
Con 1.277 camas, 73 más en observación de Urgencias junto a 22 sillones y 62 camas en UCI, el Hospital Virgen del Rocío afronta en una “tensa calma” la llegada del pico de la epidemia en Sevilla. En el centro, la sexta planta del Hospital Generales la que recibe a los enfermos del Covid-19.
También en Urgencias están separados del resto.”Todos los que llegan con infección respiratoria van a una sala especial”, explica el delegado del Sindicato Médico de Sevilla en el Hospital Virgen del Rocío, Miguel Ángel Montilla, que además es médico de Urgencias. El hospital ha habilitado un doble circuito.
Los pacientes que llegan con tos, fiebre o presentan problemas respiratorios pasan a la Observación del Hospital General, mientras que el resto de patologías se atienden en la Observación del Hospital de Traumatología, explica la portavoz de UGT en el centro, María José Bernabé.
Mascarillas bajo llave
En estos puntos específicos las medidas de protección de los sanitarios sí estarían reforzadas y el abastecimiento de mascarillas y EPIS sí está garantizado, no obstante, los sindicatos denuncian que “no es suficiente” y que todos los profesionales están demasiado expuestos. “Mucha gente tiene la enfermedad asintomática, está demostrado, y llegan a Urgencias para otra cosa, pero además tienen coronavirus y son atendidos sin protección y van a una sala atestada de gente durante un tiempo en el que médicos, enfermeros y otros pacientes ya han estado expuestos”, matiza Montilla.
“LAS MASCARILLAS SE REPARTEN A LA LLEGADA UNA POR TURNO Y ESTÁN GUARDADAS BAJO LLAVE”
Son las principales quejas de aquellos que afrontan en primera línea la expansión de la pandemia en Sevilla. Desde el Sindicato Médico de Sevilla y como médico de Urgencias del Virgen del Rocío, Miguel Ángel Montilla denuncia la “escasez y restricción” de mascarillas y asegura que la dirección el hospital las guarda “bajo llave”y la reparte a los profesionales al inicio del turno.
“A los profesionales se les reparte una mascarilla quirúrgica por turno a su llegada y esa es la que tienen para todo el día. Están guardadas bajo llave”, manifiesta. Montilla duda de que estas restricciones, “en un momento en el que no ha llegado aún el pico de la epidemia”, se hagan “por precaución porque no saben dónde va a llegar esto” o “porque realmente no hay material suficiente”.
Esta situación es en cuanto a las mascarillas quirúrgicas, que son las que, según recuerda este facultativo en tiempos normales están en estanterías de acceso libre de todos los profesionales y sólo se usan para casos sospechosos de infecciones respiratorias. Las de filtro o FFP2 son otra historia.
“Esas las estamos reutilizando. Se nos da una por turno cuando la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda ante el Covid-19 una nueva por cada paciente. Esto supone una gran desprotección y un factor de riesgo”, explica.
Los EPIS (Equipos de Protección Individual) “también escasean”, según las principales organizaciones sindicales en los hospitales de Sevilla. “Sólo está permitido su uso en consultas de ingresos de casos confirmados”, lamenta Montilla, que reivindica que “ya tendría que usar un EPI todo profesional sanitario para tener una máxima protección” y no ser los vectores de la enfermedad. “Si nos contagiamos, ¿quién nos va a atender?”, se pregunta.
Carencias de material sanitario
La misma situación se repite en el Hospital Virgen Macarena, donde la quinta plantaha sido la asignada a los pacientes con Covid-19. En ella, el ala B (20 camas) y D (14 camas) se ha reservado para casos confirmados mientras que la C (21 camas) y la A (21), se ha preparado para casos sospechosos. El Gobierno andaluz no ofrece datos sobre los casos que trata cada centro sanitario, ni al público, ni a los sindicatos ni al personal de cada hospital.
Son los propios profesionales los que hablan entre sí y comentan la información que de forma oficiosa van recopilando. A fecha del sábado, en el Macarena estaban ocupadas por pacientes con Covid-19 25 camas y había otras 12 con casos sospechosos. En la UCI, este hospital también está preparado para afrontar la crisis sanitaria del coronavirus y con 30 camas preparadas más seis intermedias en las alas A, B y C, sólo seis estaban en uso hasta el sábado.
“ES UN CONTRASENTIDO QUE SE PIDA PROTECCIÓN EN LOS SUPERMERCADOS Y LOS PROFESIONALES NO TENGAN EPIS NADA MÁS QUE PARA CASOS CONFIRMADOS”
Luis Dávalos es el delegado sindical de UGT en este centro hospitalario y su opinión sobre la gestión de la Consejería de Salud en esta crisis del Covid-19 es tajante.
“La carencia de material es general. No hay suficiente y nos dicen que los protocolos vienen del Ministerio de Sanidad. Es un contrasentido que el estado de alarma dicte que lleven mascarillas y guantes y se guarden las distancias de seguridad en los establecimiento alimenticios y los profesionales sólo puedan usar EPIS para tratar casos diagnosticados”, reivindica, y añade, “los profesionales están de uña porque se les están negando los sistemas de protección”.
Al igual que el Virgen del Rocío, las mascarillas FFP2 se están “reutilizando”. “Se les está pidiendo a los profesionales que las reutilicen. Que después de cada uso las metan en una bolsa, previo cambio de guantes y lavado de manos”, denuncia.
La inquietud también se vive en las plantas. “En el hospital en general todos los trabajadores tienen sus precauciones. Por lo general, es un importante foco de contagio. Todo el mundo se mueve intentado no rozarse con el compañero o procurando no tocar picaportes de las puertas, por ejemplo”, detalla.
Descenso de las urgencias
En los que también coinciden las organizaciones sindicales es en destacar el descenso de la asistencia en Urgencias en ambos hospitales. Una cuestión que los profesionales agradecen a la ciudadanía. “Es verdad que hay un descenso notable de un 10% o un 20% y que la gente viene por razones más justificadas”, afirma el delegado del Sindicato Médico de Sevilla en el Virgen del Rocío.
No obstante, sí destaca un aumento de personas que acuden ante el temor de estar contagiadas de coronavirus con síntomas para los que antes no acudían. Lo que sí ha aumentado es el tiempo que se le dedica a los pacientes en Urgencias. Una atención que se alarga “en los casos previos a ingresos entre las tres y cuatro horas”, avisa Luis Dávalos.
A los interrogatorios más estrictos se suman las pruebas. “A los pacientes que llegan con síntomas respiratorios se les hace de forma obligatoria una radiografía de tórax para ver si hay neumonía o infección y se les hace una analítica para ver si hay alteraciones hepáticas, renales o sanguíneas. Todo ello retrasa la atención y por ende el funcionamiento de las Urgencias”, explica Montilla.
Los protocolos de actuación también son “cambiantes” y “no están homogeneizados”. “Todos los días nos cambian cosas que prácticamente nos dijeron el día anterior”, aseguran los profesionales.
Así, mientras el Virgen Macarena ha prohibido, mediante un escrito de la gerencia, el uso de EPIS más allá del trato directo con contagiados o casos muy probables, en el Virgen del Rocío se ha limitado el uso de mascarillas y las FFP2 sólo se usan para procedimientos que generen aerosoles y excluye del uso de las quirúrgicas a todo el personas que se mueva por el hospital, atienda detrás de un mostrador, en pruebas diagnósticas a pacientes sin síntomas respiratorios, personal de lavandería que no estén zonas de sucio y mantenimiento y limpieza en las habitaciones convencionales.
Por otro lado, mientras en Admisión de las Urgencias del Virgen del Rocío se han instalado ya las mamparas de cristal que tanto habían reclamado los sindicatos, en el Macarena todavía se está a la espera pero sí cuentan con un lector óptico de tarjetas para evitar el contacto con los administrativos.
“Me temo que el nivel de seguridad va aumentando en función del número de casos que se vayan dando. Si hay que llegar a 10.000 casos para pasar de nivel, esperarán a que se llegue para actuar, sin tener en cuenta la desprotección del personal en los hospitales”, sentencia Dávalos.
Los sindicatos y profesionales del hospital también reclaman a la Consejería de Salud información sobre la gestión de la crisis sanitaria, -“nos enteramos de las cosas a golpe de escritos”, afirma María José Bernabé de UGT-, pero también sobre los compañeros contagiados o apartados.
“Pedimos que los test se hagan, como manda el Ministerio, a todos los profesionales sanitarios que tienen sospecha de estar contagiado por el virus y que se nos dé información sobre compañeros infectados o en tratamiento”, denunciaba públicamente hace unos días el presidente del Sindicato Médico de Sevilla, Rafael Ojeda.
Fuente: Diario de Sevilla