Los profesionales sanitarios nos tranquilizan: están al pié del cañón.
«Nunca se está preparado del todo yo diría que, en líneas generales, las unidades de Cuidados Intensivos de toda Andalucía están preparadas para un eventual agravamiento de la epidemia de coronavirus». Son palabras de Carmen de la Fuente, presidenta de la Sociedad la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Samiuc) y jefa de UCI del Hospital Reina Sofía de Córdoba.
«Lo que ha ocurrido en Madrid, donde la situación es grave y ha desbordado el sistema sanitario, ha servido de experiencia a muchos profesionales del resto de España y nos ha permitido en Andalucía elaborar un plan de contingencia para que eso no se repita en ninguna otra ciudad», añade.
Dicho plan, que ha elaborado cada hospital en función de sus recursos y necesidades, pasa por la ampliación del número de camas de las UCI a costa de otras áreas hospitalarias, la alianza con anestesistas y otros profesionales ara que colaboren en la atención de los enfermos graves y la adquisición del material necesario para reforzar la seguridad en estas áreas tan sensibles de los hospitales.
«En las UCI no tenemos falta de equipos en este momento pero aparte de que necesitaremos mascarillas y equipos de protección individuales, vamos a tener que reforzar respiradores, bombas de perfusión y dispositivos de asistencia respiratoria (Ecmo)», comenta esta especialista a ABC, que reconoce que haría falta más personal. «No hay intensivistas disponibles o en paro que se puedan contratar y tenemos que hacer un ahorro de profesionales para que mientras llega el pico, sólo trabajen los que hagan falta», dice.
«La suspensión de la cirugía programada ha relajado mucho la presión asistencial», reconoce Carmen de la Fuente, que destaca el diseño de organigramas que evitan a muchos profesionales coincidir en un mismo espacio físico para evitar riesgos de contagio. La estrategia de ahorro de profesionales pasa por turnos más cortos y llevaderos mientras esto sea posible.
El estrés que sufren las personas que trabajan en estas áreas por su elevada carga de trabajo se ve agravado por el calor que producen los equipos de protección frente al coronaviurs que deben poner y quitarse muchas veces al día. «Esto agota a los profesionales y por eso hay que cuidarlos y no hacer turnos demasiado largos, especialmente el personal de enfermería y auxiliar, que tiene que entrar en las UCI muchas veces a dar medicación o eliminar las secreciones de los enfermos», comenta Carmen de la Fuente.
La presidenta de Samiuc asegura no tener noticias de que se hayan cancelado los trasplantes de órganos no urgentes, un área estrella en España gracias a la Organización Nacional de Trasplantes y que podría convertirse en una víctima colateral del apandemia del coronavirus. En las UCI seguiremos atendiendo a todos los enfermos graves, tengan o no coronavirus, aunque extremaremos las medidas de precaución». Otra de las víctimas colaterales del Covi-19 son las visitas de familiares de enfermos a las UCI por razones de seguridad. «Esto nos hace sufrir mucho y le hemos escrito cartas a los familiares explicándoles la situación», dice.
Fuente: ABC